Semana de Pascua (VI)

Sábado 29:

Hoy quería haber hecho los de León por fin, pero no me apetece dejarme descolgado el Alto de Portela en Orense y a Ponferrada tengo que volver de todas formas.
Así que planifico una vuelta en coche por el Peñón hasta la CIMA de Fonte da Cova y si me da tiempo por la tarde de vuelta para casa ya haré alguno más.

El día es cojonudo, de bastante calor y completamente soleado.
Al pasar por el Peñón puedo apreciar las vistas que el otro día apenas se intuían y rumbo a Fonte da Cova voy alucinando con La Cabrera.
Ya tengo ganas de volver a cimearme todo eso.

En Fonte da Cova dejo el coche. Mientras nos acecábamos, con la radio puesta, daban puerto con cadenas en León.
Pues bien, no había nada de nieve, cosa curiosa.
Hasta dudé de si estábamos en el puerto correcto.

La vertiente leonesa está bien, es un buen CIMA, pero la vertiente orensana se sale. Es un CIMÓN.
La primera ya me costó bastante (inicio duro con las piernas frías), pero la segunda fue lo que más me hizo sufrir de todo la semana.
10 kilómetros y ya estás cansado. 20 y dejas de pensar en nada. 25 y te duele todo. 27 y no te crees que has acabado.
La mejor subida de la semana, la de mayor caché, sin duda.

Tras unas cuantas horas en el mismo puerto, nos vamos a O Barco de Valdeorras.
Allí (bueno en Viloria que está pegado), comienza la subida al Alto de Portela.

Magníficas vistas del valle del Sil y de los Ancares al fondo.
Cabrera y Ancares se quedaron sin tocar, reservándolos para otra ocasión.
Subida larga otra vez, y tras llegar al collado (PK. 15) tiré hacia la izquierda porque la subida continuaba y en el CIMA ponía 16,9 km.
Pues bien, llegué al Alto de Moeda, tras 19 kilómetros exactos de ascensión ininterrumpida.
Sé que se llama así porque había una línea blanca pintada en el suelo con ese nombre a modo de Premio de la Montaña.

Ya solo queda volver. Son las 4 y media de la tarde y me podría dar tiempo a hacer Sotillo de Cabrera, que solo son 6 km y pico, y el Mirador de Orellán, de menos kilometraje todavía. Me pillan de camino a casa por Ponferrada.
Estoy un poco cansado (Fonte da Cova me ha dejado tocadillo), así que me conformaré solo con Orellán.

El Mirador de Orellán son los 2 últimos kilómetros. Ahí está todo. Las grandes rampas, muy duras, y las vistas desde el mirador, espectaculares.
El principio de la subida ni fú ni fá. Pero el final lo salva con creces.
Entre vitores y aplausos de los turistas que me veían "escalar" por el muro final termina la semana cicloturista.
Un buen punto final.

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