BALOU: Diario de un 'sin techo' (0)

BALOU (Barcelona - Lourdes)

De Bilbao a Barcelona

Día 24, 23:30 de la noche, hora de partida del autobús. El coste, cargo por bicicleta incluído, asciende a 44,70 euros. A las 22:30 salgo de casa y Bilbao me despide como tiene que ser. La multitud apiñada en el Puente de Cantalojas aplaude y vitorea. El espectáculo es lo más imponente que se haya visto desde los Juegos de Pekín. Y sí, kaben zotz, son reales, nada de trucos de ordenador, jejeje.



Terminada la función, y con una cerrada ovación, me dirijo a Termibús. Allí, para que me vaya aclimatando a las condiciones reales de mi viaje, la estación se encuentra llena de mierda hasta los topes. De hecho, tras 9 días de Aste Nagusia, Bilbao entero se encuentra lleno de mierda. Todo me hace presagiar que durante una semana con lo puesto me encontraré siempre como en casa.



El equipaje, de risa: saco de dormir, toallitas dodot, vaselina, un par de muestras de perfumería enanas de champú y colonia, cinco cámaras de repuesto, el bote de herramientas, cámara de fotos con pilas de recambio, móvil, dni, tarjeta y monedero. También llevo la funda para la bici (obligatoria en los autobuses) que he pensado reutilizar como improvisada tienda de campaña en condiciones de necesidad. Si protege a la bici de la lluvia, y no se moja, pues pensando un poquito, cambias la bici por una persona y la persona no se moja. ¡¡Toma!! Solucionado un concepto que me tenía muy preocupado y con apenas 200 gr. La vestimenta, lo esencial. Con lo puesto. El pirata, camiseta de tirantes, maillot corto, manguitos, cortavientos y chubasquero. No llevo ni una sola prenda de cambio. En caso de extrema necesidad al que me tendrán que cambiar es a mí.



En el videomarcador se anuncia la salida a Barcelona Nord. Yo tengo la intención de bajarme antes, en Barcelona Sants, ya que de allí se cogen los cercanías para Castelldefels, lugar exacto desde el cual empezar a pedalear. Serán 15 minutos menos de viaje, con lo que se quedará en 7 horas justas.



En el viaje no pego ni ojo. Los restos humanos de las fiestas de Bilbao regresan a casa con buenas tajadas y no callan. Tan solo aprovecho durante media hora en una parada bastante larga que hace el bus a medio camino.

A las 6:30, en Barcelona. Cruzo la calle para adentrarme en esa peazo terminal que tienen por aquellos lares y preguntando y preguntando llego a los cercanías. A esas horas se encuentra todo petado de gente, que estrés de ciudad, madre mía!!



Mi tren sale a las 6:50, con lo cual llegaré a Catelldefels para las 7:20. Como tenía previsto, a las 7:30 empezaré a dar pedales.

0 Comentarios