Teruel existe

Salgo de Bilbao a las 21:00 para poder dormir unas horitas en Orihuela antes de acometer la subida a Nuestra Señora del Tremedal pero, una vez pasado Llodio, me doy cuenta de que me he olvidado en casa la cámara de fotos. ¡Media vuelta!


Salgo de Bilbao a las 22:30 para poder dormir alguna horita menos en Orihuela antes de acometer la subida a Nuestra Señora del Tremedal pero, una vez pasado Vitoria, me doy cuenta de que me he olvidado en casa las zapatillas de la bici. ¡Media vuelta!

Salgo de Bilbao a la 01:00 de la madrugada cagándome en lo más barrido, ya que no voy a poder dormir nada. Además, corro peligro de dormirme en el coche y tendré que parar casi seguro. Así lo hago más o menos por Zaragoza, y llego a Orihuela poco antes de las 07:00, ya amaneciendo. Una duda me acompaña todo el viaje: "¿Qué más habré olvidado?"



Entre que me visto y demás, empiezo la subida una vez que ha amanecido completamente. Parece que hace fresco y me pongo el pirata térmico, algo que a lo largo del día se verá que es excesivo porque nos hará mucho calor para la época del año en la que estamos. Subida muy suave esta de Nuestra Señora del Tremedal, perfecta para ir calentando motores.







En el descenso me encuentro con Dioni, que será mi acompañante de este fin de semana y, ya juntos, nos vamos hasta Noguera para subir el Puerto de Orihuela, un BIG que nos pilla de paso, y Villa Rosario - La Mata, que parte en dirección opuesta desde la misma localidad. El primero, muy suave y tendidito, es un fenomenal paseo entre los colores otoñales. El segundo, nos sirve para calentar la maquinaria con su dura rampa inicial.





De ahí, nos vamos a Villar del Cobo para hacer una ruta de unos 70km que incluye el Portillo por sus dos vertientes y la subida a la Muela de San Juan, desde Griegos. Sin duda, uno de los parajes más atractivos del fin de semana en plenos Montes Universales, muy cambiante a cada tramo y, por tanto, muy entretenido.

El inicio del tramo es sobrecojedor, por un desfiladero árido, seco, inhóspito. Pero pronto salimos a un terreno de campiñas y bosque por donde transcurre la subida al Portillo por su vertiente turolense. La hierba se muestra seca en esta época, pero aflora un ligero manto verde que no suele ser muy habitual verlo por estas latitudes.







La otra vertiente, ya en terreno del Cubillo conquense, nos tiene reservada una de las mejores imágenes de los últimos viajes. Somos testigos directos de la trashumancia en su primera jornada de veinticinco, que llevará a los rebaños desde los Montes Universales y Sierra de Albarracín hasta Jaén, a Sierra Morena, por la llamada Cañada Real Conquense. Un privelegio poder contemplar el trabajo de los pastores a caballo antes de que definitivamente desaparezca esta práctica pastoril.







Una vez completado el descenso del Cubillo, volvemos sobre nuestros pasos disfrutando del día tan estupendo que nos ha tocado. Apenas tenemos rampas destacables hasta llegar a Griegos y desviarnos para coronar la Muela de San Juan, donde se encuentra la más dura de la jornada. Es corta, pero suficiente como para descubrir mis carencias físicas en esta jornada, con una pesadez de piernas increíble desde el primer momento.




Nos dirigimos desde allí hasta Teruel en uno de los desplazamientos más largos de la jornada. En una explanada dejamos los coches y hacemos Cabigordo, que no tiene más historia que la de poder contemplar un bello atardecer. La hora que es hará que Javalambre la tengamos que hacer completamente nocturna, así que vamos tranquilos, sin ninguna prisa. El día es magnífico y así lo requiere. El bajón paisajístico de esta zona es bestial frente a la belleza relativa de los Montes Universales.





Nos volvemos a desplazar, por la autovía, hasta La Puebla de Valverde. Allí tendrá lugar el curioso ritual al que procedemos siempre antes de empezar una ruta nocturna. Se vigilan las luces, nos ponemos los reflectantes, la ropa de abrigo, ... Todo está dispuesto para una ascensión de las de disfrutar "de otra manera". El día acompaña de manera increíble, con luna llena y una temperatura ideal, como para poder echar un buen rato en la cima. Y Javalambre es muy tendido, con un perfecto asfalto. ¡Magnífico!

Termina la jornada con ocho ascensiones, lo previsto, y con mejores piernas que en la salida. Me quedo a dormir en El Toro con bastantes horas de margen para el descanso. Todo está dispuesto para mañana.

2 Comentarios

  1. Te sigo los pasos, Joseba. Amena lectura por sitios que conozco bien. Dioni ya me puso en antecedentes de tus conquistas. Un saludo, campeón.

    ResponderEliminar
  2. Pues ahora mismo estoy con las fotos del segundo día.

    A ver si también te suenan!

    ResponderEliminar

PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.