Demanda de herraduras

El plan de este martes es bien sencillo: nos vamos en busca de herraduras. Por una parte, Amaia y yo haremos corriendo el Camino de la Herradura, diez kilómetros que van desde Ezcaray a Posadas paralelos al río Oja. Por otra, completaré la jornada con las herraduras de la Cruz de la Demanda en bicicleta. Es un puerto bonito que aún no conoce Amaia, y ya va siendo hora.


A las 09:00 ya estamos en Ezcaray. Hace un calor del copón. Nos preparamos y salimos a correr por el Camino de la Herradura, que empieza junto al Albergue Juvenil.



En unos metros termina el asfalto y pasamos a un camino que va remontando el río Oja. En este primer tramo hay tres repechos importantes.









Poco a poco vamos avanzando, sin ninguna prisa. Llegamos así a un terreno mucho más llano a la orilla del río pisando mullido por un verde cesped.







Pero hemos tenido mala suerte y las fuertes lluvias de hace un par de días en La Rioja han dejado los caminos algo inundados. Hay un par de tramos en los que se hunden las zapatillas y Amaia decide regresar. Tampoco tenemos idea de hacer muchos kilómetros y con lo ya hecho considera que es suficiente.



Yo me aventuro a seguir un poco para ver cómo continúa el camino. Pasados esos dos tramos chungos, la cosa mejora mucho. Es más, llego a Zaldierna y el camino se convierte en pista asfaltada.




Pero un kilómetro más allá, o algo así, decido volver para no hacer esperar mucho a Amaia, que corriendo llegará mucho antes que yo.




Bueno, habré hecho entre 12 y 14 kilómetros. Más que suficiente. Ahora toca la parte bicicletera. Dejo a Amaia tomando el sol en la cima de la Cruz de la Demanda y ... ¡para abajo! En Posadas se inicia la subida.









Pero no es hasta el área recreativa de mitad de recorrido cuando la cosa se pone para arriba definitivamente. Esta parte central es, sin duda, la más bonita del puerto, con el arroyo, los torrentes, la zona ajardinada, ...







Y seguimos subiendo sin rampas de especial mención pero con una continuidad propia de los grandes puertos. Las vistas del valle crecen y las de la sierra también. Una buena zona para hacer senderismo.







Y llego arriba. La carretera termina y continúa por pista que recorre todo el cordal, desde Neila hasta el San Lorenzo, otro objetivo invernal para el año que viene.




Hace tanto calor que he subido en bolas, pero arriba bien viene una camiseta que empieza a correr aire. ¡Va a haber tormenta!



Hay que repetir una salida como esta. Y, quién sabe, al final voy a terminar haciendo duathlones.

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