Puertos de Costa Blanca

El calor que pasé anteayer en Murcia hace que me tome un día libre y hoy vuelvo a la carga. Ya quedan pocos, y los elegidos para hoy son los puertos del norte de Alicante. La ola de calor nos deja y se nota ya por la mañana. El día amanece algo nublado en Benidorm.




Tras un largo viaje, en duración, hasta Pego, inicio la subida al Miserat, con el extra posterior hasta llegar a las antenas del Pico Chillibre.




Enseguida las rampas se ponen muy serias y, además, con la dificultad de lo estropeado que está el piso. Calculo que alguna zona supera con creces el 20%.






Por suerte, un buen descanso se alcanza a la altura del campo de tiro. Pero pronto vuelven las durísimas rampas antes de llegar a un collado en donde se toma el desvío a las antenas del Pico Chillibre.







La parte de las antenas es también muy dura, pero ya no tanto como antes. El piso es de lo mejorcito que he visto en tramos de este tipo y facilita mucho la ascensión.









Llego arriba y una señora sale del refugio, o lo que sea, a recibirme. Me pregunta por el tiempo que hace en la costa. Allí hace solete y bastante calor mientras aquí arribotas corre un airecillo muy rico y la niebla tapa un poco las vistas. Pero está despejando muy rápido, le digo.

De nuevo en Pego, inicio otra subida: el Alto de Ebo, que no tiene nada que ver con el anterior, ya que se trata de una subida constante al 5%.



La primera parte del puerto está formada por unas herraduras que permiten ir superando la ladera visible permitiendo apreciar unas amplias vistas de Pego.





Pero una vez superada la ladera inicial, nos adentramos en plena sierra y las amplísimas curvas de vaguada se suceden en un trazado espectacular.









Otro buen paseo. Me asomo un poco a la otra vertiente para ver cómo es y parece que el valle también promete.



Me desplazo a Orba para acometer otro puerto muy similar a Ebo en sus inicios: La Garga. Carretera buena, pendientes suaves, vistas del valle a la derecha, quitamiedos de piedra blancos, ...











Pero al paso por Val de Laguard la cosa cambia completamente. La carretera desaparece y se convierte en una pista recién asfaltada que comunica con un collado a través de duras rampas.







Un restaurante en la cima es la señal de haber concluído el esfuerzo. Este Alto de La Garga muestra, a pocos kilómetros de distancia, un paraje montañoso muy diferente de lo que se encuentra uno en la costa alicantina.




Un nuevo traslado, más largo que los anteriores, hasta la localidad de Parcent. Allí comienza el Puerto de Rates, de nuevo con pendientes muy suaves hasta coronar.













Pero igual que en los anteriores, un desvío a la derecha, en donde se encuentran comiendo en un restaurante muchos turistas, me lleva a las antenas del Tossal dels Diners. Hay que desmontar unos metros ya que, a la magnífica pista existente, le precede un tramo de tierra.




De nuevo fuertes rampas se suceden, sobre todo la última antes de llegar al puesto de vigilancia forestal.






Ya solo me queda por hoy la ascensión a Bernia. Las referencias que tengo hablan de su dureza y de lo lamentable del piso en la zona superior. Preguntando encuentro a la primera el desvío de la carretera principal.



Lleva todo el día nublado, pero aquí parece que se abre definitivamente, lo que se agradece a la hora de tomar fotos. Pero la dureza de la subida a partir del segundo kilómetro no permite sacar demasiadas.







El piso es tremendamente guarro. Solo hay un par de zonas con socavones, pero el resto tiene un rugoso incomodísimo que me hace bajarme de la bici en varias ocasiones porque hoy no tengo puesto el chip de sufrir de esta manera.





Menos mal que el final tiene premio, ya que las vistas de la Costa Blanca son enormes y la Sierra de Bernia tiene su punto. Pero toca el descenso. El dolor de muñecas abajo es para pensárselo dos veces si hay que subir con la flaca.

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