Epílogo cimero extremo

Mañana nos vamos para casa y he dejado para el final al coco alicantino: Serra Gelada. Llevo con él a la vista dos semanas. Solo me tengo que asomar al balcón del apartamento y ahí está, pero considero que puede ser un buen final para el CIMA. He venido dispuesto a sufrir y a subirlo del tirón. Estoy totalmente mentalizado.


Sin madrugar demasiado, salgo de mañana rumbo a Alfaz del Pi. Una señal que indica Sierra Helada me pone de frente a la montaña. El acceso está un poco oculto y le pregunto a un betetro con el que me cruzo. Me dice que por ahí, con la flaca, no subo, que no se puede. Le digo que es a lo que he ido y que se puede subir, y se despide de mí diciéndome "pues si eres capaz de subir por ahí con esa bici te doy mi más sincera enhorabuena".




Para allá que voy, por supuesto. El inicio es muy suave y nos topamos con una valla cerrada que hay que sortear por un lado.



A partir de ahí, empieza lo bueno. El piso está perfecto y no se derrapa si no pillas ninguna chinita. Tras la primera curva te encuentrás con la rampa de marras. Pocas fotos se pueden hacer subiendo.




Dicen que la rampa tiene un pico del 34%, pero no sé yo. Me conozco de memoria Arimegorta y se le asigna un pico del 29% en la parte más dura y me parece más empinado. Además, Serra Gelada tiene la dureza sin castigo previo. No me parece para tanto. Buen agarre en el piso, sin castigo previo, posibilidad de hacer alguna ese si es necesario, ... Es una subida extrema, desde luego, pero no el coco que me habían dibujado.







La subida va aflojando poco a poco y puedo sacar un par de fotos de Benidorm en algún que otro punto.




Después de disfrutar de las maravillosas vistas de la cima, inicio el descenso. Ahora sí me puedo entretener sacando fotos, sobre todo de la rampa clave de la subida.








Se acabó lo que se daba. La lista de Alicante terminada. El CIMA termina para mí con un gran final, en todos los sentidos.

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