Por tercer año consecutivo, participamos en la Herri Krosa de Bilbao. Y me da a mí que lo vamos a hacer por muchos años más porque solo hay que ver la carita que se le pone a Amaia en cuanto empieza a sonar la música en la salida de la Gran Vía.
Aunque no me extraña que vaya tan feliz, siendo un tipo tan atractivo como yo su acompañante, jejeje.
El caso es que, con puntualidad suiza, da inicio la marcha popular. Más de 7.000 participantes y nada que ver con otras pruebas organizadas en Bilbao por otra gente, que dan bastante penita. Por la participación y, sobre todo, por la falta de ganas de los organizadores que parece que solo vayan a sacar pasta.
Km.1 - Tras bajar por la Gran Vía, giramos hacia el ayuntamiento por el puente del mismo nombre y damos un paseo por el Arenal. Muchísima gente apelotonada, mucha más que el año pasado a mí parecer.
Km.2 - Subimos por Hurtado de Amezaga hasta la plaza Zabalburu. Es una gozada correr por Bilbao con las calles cortadas junto con tanta gente.
Km.3 - Tiramos por la calle Autonomía ocupando casi todo el ancho de la vía. Me vienen a la cabeza imágenes de muchas manifas en las que sacan la foto de esta calle petada diciendo que han participado centenares de miles. Aquí la vemos aún más petada y no vamos ni la mitad de la marcha, unos tres mil o cuatro mil individuos, todos bien contabilizados con camisetas numeradas. ¡Anda que no meten trolas en las manifas!
Km.4 - Volvemos a la Gran Vía por el Sagrado Corazón. La manada es impresionante y seguimos sin tener distancia suficiente como para cambiar de dirección sin molestar a nadie.
Km.5 - Llega el avituallamiento unos metros antes de la plaza Euskadi. Este año no hay cocacola y solo dan botellines de agua. Nos bebemos uno a medias y me llevo el otro en la mano para poder echar un par de tragos en el resto del viaje.
Km.6 - Cruzamos la ría por el puente de Deusto y seguimos hacia Salesianos. Se trata de la mayor cuesta de todo el recorrido, aunque es muy poquita cosa, y ya se ve a alguna gente andando aunque, este año, me ha parecido que la peña estaba algo más preparada que en ediciones anteriores.
Km.7 - Giramos en el alto y vuelta por el otro lado. Me llama mucho la atención un padre que corre junto a nosotros hablando con su hijo y contándole al chaval cómo el año pasado subía andando como más de uno que viene a la contra, para que viera lo mucho que había progresado.
Km.8 - Volvemos a pasar la ría. Cientos y cientos de corredores por todas partes. Nosotros también hemos progresado mucho y llevamos un ritmo muy bueno que apenas nos resulta exigente.
Km.9 - Llegamos al Guggenheim y, yendo con tanta gente alrededor, no puedo más que acordarme de lo solo que pasé por aquí en la segunda vuelta del maratón nocturno de hace un mes.
Km.10 - ¡Menuda fiesta del deporte! Hay un cronómetro en la meta que bien podrían quitar porque el tiempo es lo de menos en un día como el de hoy. Como bien dicen al llegar a meta "hemos sido 7.147 ganadores". Por allí estaban Yaiza y Ander en la última curva esperando a que pasáramos. A ver si, un día de estos, también se animan a correrla.
Tras recoger el obsequio y tomarnos la cocacola de meta, ya de vuelta a casa, no hay que perder las buenas costumbres y Amaia se para a estirar. Yo soy más de no tenerlas y, también como acostumbro, no estiro ni los chicles.
Hay que ver qué bien le está sentando a esta chica lo de correr, y correr, y correr, ....
El año que viene... ¡repetimos!
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