Así vamos mal

Me sigo empeñando en salir casi todos los días pero... ¡esto no es lo mío! Me aburre soberanamente hacer salidas cortas sin demasiado aliciente. Creo que me iba mejor cuando salía una vez cada quince días metiéndome una kilometrada del copón con todos los puertos que se pillen por el camino. El caso es que salgo pronto, me voy a buscar a Amaia para darle ánimos en su tirada larga y tiro hacia Plentzia con la idea de hacer una vuelta maja hasta Bermeo.

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Dejo a Amaia con su objetivo casi cumplido y, tras el alto de Enekuri, me encamino hacia Unbe sin muchas ganas. Los suaves porcentajes de esta ascensión tampoco me motivan demasiado.

Concluyo la ascensión a Unbe hablando de desarrollos con otro ciclista y, ya en solitario, desciendo con la idea de mantener mi plan inicial de ir a Bermeo por toda la costa. Pero, al pasar Urduliz, veo el desvío al alto de Isuskiza y, como no lo tengo en fotos, me desvío por él.

Isuskiza se trata de una corta ascensión a una urbanización de Plentzia situada en un promontorio desde el que se divisa el gran meandro que forma en esta zona el río Butrón. Apenas es un kilómetro y medio pero siempre por encima del 10%.

Llego arriba sin tiempo de pegarme un buen calentón y me meto por los diferentes caminos de la urbanización. No me apetece nada seguir hasta Bermeo y decido, en este preciso instante, darme la vuelta en cuanto conecte de nuevo con la carretera de Urduliz.

Empiezo a subir Unbe por la vertiente de Urduliz pero, al llegar al desvío de Sopelana, decido meterme por él y llegar a casa por la ría.

No me había parecido cuando iba por el interior pero aquí, bordeando la ría, el viento es tremendo. Me pega completamente de cara hasta llegar a casa. Si lo llego a saber, vuelvo por Unbe.

Al final, han sido poco más de 65km. La salida de Bermeo queda pendiente, aunque no sé si no la ampliaré algo para hacerla más atractiva. Esto de hacer salidas cortas sin mucho fuste me parece un coñazo.