El mayor reto imaginable

Si esto me lo dicen hace un año, pienso que están locos. Si me lo cuentan el mes pasado, los mando a esparragar. Si me lo proponen la semana pasada, no puede ser, lo mío no es el agua. Pero hace un par de días surgió la idea. Amaia ha concluido su gran desafío y se propone buscar algún acuatlón, pues lo suyo es la natación. La posibilidad de enfrentarse a un reto descomunal, al tiempo que seguimos haciendo deporte juntos, me anima a tirarme a la piscina, nunca mejor dicho.



Me tenía que marcar un objetivo ambicioso lo suficientemente atractivo como para que me sirviera de motivación para adentrarme en un deporte que no domino: la natación. Y, como no tengo problema ni con el ciclismo ni con la carrera a pie, la cosa estaba clara: el triatlón.

Y las cosas se hacen a lo grande o no se hacen. El reto más importante en esta disciplina es el IRON-MAN de Hawaii pero no me lo puedo permitir. Más asequible resulta el EXTREME-MAN de Salou que se disputa sobre las mismas distancias: 3.800 metros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y un maratón. Las postas de ciclismo y de carrera las podría hacer hoy mismo pero la de natación ... ¡uy la de natación! ¡Esa va a ser buena! Me doy algo más de un año para prepararla y me pongo como objetivo participar en la edición de 2013, con la primera prueba en el triatlón de Bilbao del mismo año, con distancias mucho más asequibles.

Ayer nos fuimos de compras. Nos sacamos los carnets de BilbaoKirolak y me pillé un equipo completo: bolsa, bañador, gorro, gafas, chanclas, ... Me he pillado todo de mucha calidad para practicar la natación en serio y con comodidad y he podido comprobar que se trata de un deporte muy barato comparado con los otros dos. La bicicleta es carísima y solamente las zapatillas de running que llevo cuestan el doble que todo esto que he comprado.

He pasado el día muy nervioso, hasta viendo vídeos de ejercicios para mejorar la técnica de crol, con muchas ganas de empezar. Esta tarde, por fin, me he bautizado en la piscina. Hacía muchos años que no nadaba, si se puede decir que eso era lo que hacía. Más bien ... flotaba. Pero tengo mucha suerte en esta disciplina porque Amaia la domina como nadie y va a ser mi entrenadora. De hecho, el objetivo de estas primeras sesiones es automatizar bien la técnica de nado siguiendo sus consejos.

Y así he hecho y, según ella misma, ha sido un éxito sin precedentes. En tan solo media hora he conseguido mantener una buena línea recta en el agua, algo que creía que me iba a costar semanas. Estoy alucinado y muy motivado para seguir mejorando. Tras unos cuantos ejercicios de técnica de sincronización respiratoria, he conseguido cubrir 400 metros con un estilo bastante decente. Ni me lo creo.

Teníamos pensado empezar solo con dos largos, para ir muy poco a poco, algo así como lo que ha hecho ella con la carrera a pie. Pero claro, me he emocionado y he acabado haciendo ocho. Ha sido demasiado para el primer día y he llegado a casa desfondado, muy vacío y con ganas de vomitar. Pero no importa, me siento de puta madre. Ha sido emocionante ver que un deporte para el que me considero un auténtico negado solo será cuestión de tiempo y trabajo. Y me lo voy a currar todos los días.

Pensaba que el acuatlón de Plentzia de dentro de tres meses, con sus mil metros de natación, estaría muy lejos de mi alcance. Pero ahora mismo lo veo más que posible. Estoy en una nube, como la primera vez que llegué a la cima de Orduña en bicicleta de carretera. Me gusta esta sensación de principiante, es muy emocionante.

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1 Comentarios

  1. ZORIONAKKKK!!!!! Me encanta verte de nuevo con esa ilusion y sobre todo con esos nervios......yo todavia tengo reciente la Media y es una sensacion unica!!!....si me lo llegan a decir cuando decidi meterme en esto del acuatlon que ibas a ir al agua jajajajaja ni de koña!!!....Lo has hecho genial!!!! sigue asi porque lo vas a conseguir de sobra.....has sido muy buen alumno jajajaja.....lo vas a disfrutar de eso no tengo dudas....

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