Las series se estiran

Si algo tiene de bueno la práctica de la natación es que es ajena a las condiciones meteorológicas y, como en Bilbao no para de llover a cántaros desde hace algún tiempo y, por lo que parece, se va a tirar así una buena temporada, pues nos hemos ido a ver las nuevas piscinas de La Alhóndiga que, a diferencia de las de Atxuri, no cierran los domingos por la tarde.

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Lo que más sorprende de estas instalaciones es la vista que se tiene del fondo de una de las dos piscinas desde el hall de la planta baja. Una serie de cristaleras permiten ver las siluetas de los nadadores del cuarto piso, donde se encuentra. Para poder entrar, nos han tenido que activar las txartelas de BilbaoKirolak que, aunque tienen un convenio de colaboración, deben ir por otro lado.

Amaia y yo nos hemos cogido una de las ocho calles de la piscina reservada para hacer largos y nos hemos puesto a hacer series. Yo tenía pensado hacer 3x5 y ella 3x6, lo que me venía muy bien para tener algo más de recuperación entre tandas.

Así hemos ido las dos primeras pero, al llegar a la última serie, he perdido la cuenta y me he dicho: pues hasta que ella pare. Y como ha parado en la octava, pues ya he continuado hasta redondear la serie con diez largos completos, lo que vienen a ser 500 metros, la mitad que necesito nadar de seguido para el acuatlón de Plentzia de dentro de tres meses.

En Atxuri no hay sitio y nos tenemos que marchar en cuanto terminamos pero aquí hay otra piscina con agua más caliente en la que se puede estar un buen rato relajados después de nadar. Amaia ya me ha dicho que, en la tanda final, mi estilo ha ido empeorando a cada largo, bajando bastante el culo y abriendo demasiado las piernas. No me he notado cansado pero está claro que lo debía estar cuando ella me lo ha notado tanto. Hay que seguir mejorando.

- 2 x 5 (50 m). crol. - 1 x 10 (50 m). crol. respiración a dos brazadas.

Total: 1.000 metros