Con entrenadora es más fácil

A medida que se acerca la fecha que tenemos prevista para realizar el reto Everest, voy centrándome algo más en la bicicleta y aparcando la natación. Pero no quiero perder todo lo que he ganado en menos de un mes y, mientras tenga tiempo, me propongo seguir mejorando en esta disciplina.



Hoy toca sesión doble, otra vez. Amaia y yo dejamos a los niños cansados de la carrera de esta mañana y nos vamos a la piscina. Tengo idea de hacer una tirada larga pero, cuando voy quince largos, veo que la cosa no marcha muy bien y decido parar en veinte. El desgaste de este fin de semana puede que me haya pasado factura.

Amaia me dice que cambie el chip de acumular grandes distancias y que intente hacer algún largo suelto pero intentando mejorar más el estilo y el avance de brazada, respirando cada más veces y manteniendo la cabeza bajo el agua durante más distancia. Así consigo hacer seis largos más a una intensidad alta, con un buen descanso entre cada uno de ellos.

La mejoría es enorme. En próximas sesiones creo que voy a dejar aparcado el tema de la resistencia, que ya la tengo, para trabajar más la potencia y la velocidad que tanta falta me hacen para poder hacer las postas de un triatlón pasando sin problemas los tiempos de corte de esta disciplina que es, y además por mucho, mi punto débil.

- 1 x 20 (50 m). crol.
- 6 x 1 (50 m). crol.
Total: 1.300 metros

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