Con la bicicleta aparcada por tiempo indefinido por lo que parece, vuelvo a correr en la tirada larga que Amaia suele hacer los sábados. Hoy tiene idea de hacer una ida y vuelta hasta Zorroza, así que hasta allí nos vamos.
Esta tarde es el 2º Triatlón de Bilbao y están ultimando los preparativos. Con el muelle de Uribitarte en obras, casi todo lo montan por el paseo del Campo Volantín; es decir, que seguimos nosotros el mismo recorrido que ellos harán aunque esperamos que no nos caiga la incesante lluvia que les espera para después del mediodía.
Desde el museo marítimo seguimos por Olabeaga y llegamos al parque de Zorrona con ocho kilómetros y medio. Estamos teniendo bastante fortuna porque, a pesar de la gran humedad que padecemos, no cae ni una sola gota.
Tras hacer algunos aparatos de los que tienen allí colocados, aunque sin mucho fuste porque se encuentran muy mojados, regresamos a casa para completar 16km. En mi caso, con muy buenas sensaciones pero con una molestia en el talón derecho por culpa de que la amortiguación de mis zapatillas ya es inexistente porque me he pulido la suela entera.
No tenía pensado hacer una inversión en calzado para correr pero me lo tengo que plantear. No sé cuántos kilómetros les habré hecho a las Nike Lunarglide pero he comprobado en el blog que cumplen justo ahora los dos años y eso, para unas zapatillas de running, tengo entendido que es mucho.
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