Un sí pero no

Siguiendo con la idea de no parar de hacer cosas, hoy nos vamos a Getxo para correr junto a la playa y para volver a nadar en el mar casi un mes después de la última vez. No queremos hacer un acuatlón de tres postas, pero sí algo parecido.



Empezamos la parte de carrera a pie y las piernas me duelen un montón de los siete kilómetros que hicimos ayer. Las tengo como rocas y me molesta cada golpeo contra el suelo. Son como unas agujetas mezcladas con fatiga y con muy pocas ganas de correr. Voy tan petado de inicio que me pongo en modo off y casi ni devuelvo las conversaciones a Amaia que se da cuenta de que no voy muy para allá.

Desde la playa de Ereaga, llegamos hasta el Puerto Viejo de Algorta y vuelta hasta el Puente Colgante. Totalizamos nueve kilómetros con una segunda parte mucho mejor y en la que retomo el habla. Viendo el efecto que está teniendo en mí la inactividad en carrera, nos damos cuenta de que hace demasiado que no nadamos y que se nos puede hacer, no solo duro sino contraproducente, nadar en el mar sin hacer piscina antes.

Así que dejamos el tema de la natación para ir poco a poco a partir de que abran las piscinas de nuevo la semana que viene. Cuando ya llevemos unas cuantas sesiones en agua dulce nos volveremos a meter en el mar.

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