Acabo de llegar a casa y Amaia ya está preparándose para la sesión de piscina de los domingos. En esta sesión dominical es cuando solemos batir los récords de distancia y tiene pensado llegar a los 3.500 metros. A mí me duelen un montón las piernas y, por no quedarme clavado en el sofá, le digo que como algo rápido y que voy con ella a hacer lo que buenamente pueda.
Ya me conformo con llegar andando a La Alhóndiga como para plantearme hacer un montón de largos. Si llego a veinte ya me doy por satisfecho. Como ella va a hacer muchos, tengo tiempo como para hacer series cortas y tomarme amplios descansos.
Cada cinco largos espero a que ella pase y me saque dos o tres más y así voy haciendo hasta llegar a los veinte. Me está viniendo muy bien mantenerme activo y, a pesar de que tengo un par de pellejos levantados en los pies y me escuecen bastante en el agua, me propongo llegar a los cuarenta largos.
Al final, completo los cuarenta largos. La calle para nosotros solos me ayuda a no parar demasiado y me voy animando a medida que pasa el tiempo. No me imaginaba que hoy fuera a doblar sesión.
- 40 x 1 (50 m). crol. |
Total: 2.000 metros |
0 Comentarios
PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.