Gente que va pasando

Nueva jornada de piscina y parece que ya no podemos ir a pasar el rato, ya tiene que ser todo a lo grande. La prueba de que nos tiramos un montón de tiempo es la de gente que pasa por nuestras calles. Empezamos con uno pero, para cuando terminamos, ya han pasado varias personas. 

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Amaia iba a ir a nadar por la mañana pero, como yo la tenía ocupada, le he pedido que lo cambie por la tarde. Así lo hace y nos vamos a La Alhóndiga después de comer. Ella es la que marca siempre los planes y, cuando la pregunto cuánto vamos a hacer, me deja frito: hoy tocan 50 largos. Pues nada, toca dejarse las tripas.

Nadamos en una piscina corta, una de 25m, y para nosotros los largos se cuentan en ida y vuelta; es decir, contamos 50 largos lo que la gente suele contar 100. Es una forma de contar que viene de medir un largo como la distancia de una piscina olímpica. Bueno, al final lo que cuenta es la distancia total, esa es la que es, independientemente de cómo se divida.

La primera persona con la que coincido en la piscina es una señora mayor que no nada muy bien y se marcha al de tres o cuatro largos. Luego viene una máquina que me dobla varias veces pero que se pira al de doce o catorce. Otro señor continúa la racha pero apenas concluye tres o cuatro largos más. Finalmente, un tipo que nada con un estilo bastante raro. No para de pasar gente pero nosotros seguimos ahí. No sé en qué cifra vamos a parar.

Pero si anteayer lo llevé bien haciendo 40, hoy me siento muy cansado a partir del 35. Con la señora llevo un ritmo muy bueno pero, poco a poco, voy cayendo. La chica maquinona me dobla rápido y no es referencia, pero con Amaia en la calle de la izquierda puedo tener una medida que ya conozco y veo como me va sacando distancia muy rápido a medida que van cayendo los largos. Hoy se me ha hecho muy largo el tema de la piscina, lo reconozco.

- 50 x 1 (50 m). crol.

Total: 2.500 metros