La entrenadora da miedo

Hoy tenemos planificado otro acuatlón, pero esta vez en Plentzia. Las distancias ya son bastante bestias: 10.000 metros de carrera + 2.000 metros de natación + 10.000 metros de carrera. Desde luego, como siga dejando que esta tía me marque los planes de entrenamiento, va a acabar conmigo.



Llegamos a la playa un poco antes de que sea la pleamar pero hoy la marea tiene un coeficiente muy bajo y casi parece bajamar. A pesar de ser sábado, no tenemos ningún problema para aparcar y lo hacemos a unos metros de la arena, perfecto para poder ir descalzos desde el coche en la posta de agua y no necesitar llevar chanclas, ni toalla, ni nada. A primera hora, casi somos los únicos que andamos por ahí.

Empezamos la posta de carrera yendo hacia el espigón de Gorliz. Hace calor desde el primer momento. Vamos a sufrir. Tanto que no llegamos al segundo kilómetro y se me nubla la vista. Al paso por el coche tengo que pegarle unos buenos bocados al cake de chocolate y almendras que llevamos o me caigo al suelo. Estos pasteles que hace Amaia son mano de santo y reviven a un muerto. Completamente recuperado, seguimos corriendo remontando la ría por un circuito precioso que hacemos cruzando el puente y llegando hasta la cuesta de Barrika.

Se hace duro pero completamos los primeros diez kilómetros de carrera sin mayores problemas. Amaia aprovecha los baños guapos que hay para poder cambiarse mejor que en el coche y yo me pongo el neopreno. Hasta el último momento he estado en duda de si nadar con él o si hacerlo solo con bañador y ha ganado la opción más cómoda.


Entramos en el agua por la zona central de la bahía y el agua, al entrar, está muy fría. A mí no me cuesta nada pero la pobre Amaia sufre un montón con el neopreno short. Un rato se puede estar sin nada pero, como vamos a tirarnos 2.000 metros y eso es más de tres cuartos de hora, me alegro de haber elegido la opción fácil.

La natación la tenemos bastante entrenada en piscina y en el mar no nos cuesta nada. Cubrimos la distancia, que la teníamos medida yendo con el GPS en el kayak, sin ningún problema y volvemos al coche para cambiarnos.

La segunda posta de carrera ya es otra historia. Amaia empieza a sufrir el calor y yo una ampolla tremenda que me sale en la planta del pie izquierdo. Tengo las zapas ya muy pulidas y apenas les queda amortiguación. Tenemos que ir parando en todas las fuentes que nos vamos encontrando por el paseo de la ría y llegamos pidiendo la hora pero muy contentos. Estos acuatlones independientes que nos estamos marcando son duros pero tremendamente divertidos.

Nos vamos de la playa dejándola petada, nada que ver con la estampa de esta mañana. Amaia feliz de la vida y yo preocupado con mi ampolla y acojonado porque a esta tía se le está yendo la olla que no veas. Le ha dado por poner ceros a las distancias y va a haber que pegarla un toque para que pare. Aunque en el fondo, ¿quién está más loco? ¿El loco o el que sigue al loco?

- 10 km. carrera.
- 2.000 metros en mar.
- 10 km. carrera.
Total: 20 km de carrera y 2.000 m de natación

Safe Creative #1007090003507

2 Comentarios

  1. da gracias que yo no te hago los planes....el agua se nos quedo corta...y da gracias a que no tengo neopreno.... y zorionak!!!! que bien vas ya en el agua tio...aunque te me cruces jajaja...y dios salve al kake de almendras!!!!! jajajaja...y que guapa es esta movida!!!!...

    ResponderEliminar
  2. dios salve al kake de almendras!!!!!
    jajajajaja el kake de almendras es dios.....

    ResponderEliminar

PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.