Entramos en materia

La pequeña lesión del gemelo derecho me ha tenido una semana entre algodones, sin apenas hacer nada. En parte, me venía muy bien el descanso pero, por otro lado, no me estaba haciendo ninguna gracia. Con mucha precaución, con las medias de compresión que me ha dejado Amaia, la acompaño a subir el Malmasín a la carrera algo preocupado. De hecho, justo antes de salir de casa, me tomo un ibuprofeno para combatir el dolor que espero padecer.



Empezamos a correr camino de La Peña por el paseo de Los Caños con la idea de ir calentando en esos dos kilómetros y para poder ajustar bien la pequeña mochila de cinco litros que nos hemos agenciado para estos menesteres, algo más cómoda para que lleve ella un par de cosas en vez de andar con la riñonera y un bidón.

La subida al parque de Ollargan me da bastante miedo. Hace ya casi dos semanas, fue por aquí por donde me pegó el toque en la pierna y tengo sensaciones parecidas. Aunque las Medilast funcionan muy bien y me mantienen los gemelos muy sujetos, no dejo de preocuparme en toda la jornada.

Llegamos al collado previo a Malmasín sin parar de correr por pistas y senderos y empezamos la parte final, mucho más seca que hace unos días pero algo resbaladiza. Aún así, sin demasiados problemas, llegamos arriba y regresamos casi por el mismo sitio para completar doce kilómetros y 350 metros de desnivel positivo acumulado con mucha alegría, uno porque ha superado la prueba del gemelo con nota y otra porque acaba con ganas de ampliar sus números de distancia y desnivel en pocos días.

Safe Creative #1007090003507

0 Comentarios