Sol y sombra

Hoy tenemos jornada de descanso activo y salimos de casa con un frío del copón para correr diez kilómetros por los muelles de Uribitarte. Las molestias del gemelo han desaparecido pero hace tanto frío que no me tranquilizo hasta que llegamos al sol. 



Ninguno de los termómetros que vemos hasta llegar a Ripa llega a los 10ºC y la sensación térmica es de puro invierno, desprendiendo un vaho significativo por la boca a la mínima palabra. Cuesta calentar a la sombra y no vemos el momento de llegar a que el solete del amanecer nos pegue de espaldas.

En cuanto llegamos al paseo, dan ganas de quedarse en plan lagartija. El cambio es brutal y la mañana pasa a ser mucho más agradable. Ya llevo el gemelo caliente y no me ha molestado nada, así que una preocupación menos.

Los diez kilómetros, aún yendo bastante relajados, los metemos en menos de una hora, algo que ya es normal y que hace que se nos estén empezando a quedar cortos hasta para las salidas suaves de simple recuperación.

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