ARNOTEGI, por el Bolintxu

Hoy es Nochevieja y hay cierta tradición en Euskadi de acabar el año yendo al monte. Lo más frecuente es ir al Gorbea pero, en los últimos años, se ha convertido en una romería y tampoco apetece desplazarse así que, algo más modesto pero mucho más cómodo, es optar por subir al vecino Arnotegi aunque, para alargar un poco la ruta, por la vertiente del Bolintxu.

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Subida al Arnotegi Bilbao 15 km 490 m+ IR

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En esta ocasión, me acompañan los niños. Salimos a eso de las 09:00 y empezamos a pasear hasta La Peña. Hace muy buen día.


Subimos por el parque de Ollargan hasta Buia y tomamos como referencia el camino del Anillo Verde de Bilbao.


Aunque lo dejamos de lado para llegar hasta el camino de Venta Alta por un sendero que discurre paralelo a la autopista.


Hemos ido ascendiendo ligeramente en estos cinco kilómetros y llegamos al camino de Seberetxe por la carretera alta de Buia.


La carretera termina junto a las casas y seguimos por una más estrecha hasta encontrarnos con la vaguada del Bolintxu, donde se encuentran las ruinas de la cantera.


Aquí termina la pista y pasamos a transitar por un pequeño sendero hacia la ladera del Arnotegi. Este tramo está siempre muy embarrado.


Conectamos con la pista que se dirige a la barrera del Pagasarri. Es una pista bastante pedregosa y, tras adelantarnos un numeroso grupo de beteteros, nos detenemos a echar un trago de agua en la fuente que hay a medio camino.


Llevamos un ritmo muy suave, más de paseo que de marcha, y llegamos a este punto a eso del mediodía.


Solo llevamos nueve kilómetros pero alguno va pagando la falta de costumbre de tirarse varias horas caminando.


Con la cima del Arnotegi a la vista, nos tomamos un pequeño descanso en un banco del área recreativa.


Y nos ponemos en marcha con un solete muy rico y agradable por la rampa inicial que nos conduce a otra barrera.


El paseo continúa relajado por esta otra pista. Se me hace duro caminar tan despacio porque me estoy acostumbrando a ir siempre a la carrera.


Llegamos a la zona de las antenas y a alguno no le apetece coronar pero lo convencemos. Tiramos directos hacia la cima.


Las vistas desde aquí siempre son inmensas y, en días como hoy, mucho más. Está todo muy claro y la luz acompaña.


Se acaba el año. Ha habido mucho y mucho bueno. Buenas conquistas de puertos en bici, corriendo ha sido una pasada, buenos viajes bicicleteros, un magnífico bautismo en la natación, por fin la piragua, ..., y lo más importante: los objetivos crecen. ¡Feliz 2013!

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