Subida al Ganeta

La carrera por montaña tiene un pequeño problema y es que todo se queda corto en un santiamén. La mejora es tan grande que los planes pueden ir cayendo a un ritmo mayor del que se van reponiendo. Bilbao es un lugar privilegiado en este sentido, ya que disponemos de numerosas cimas a tiro de casa como para no repetir mucho y mantener el ritmo de desnivel acumulado.



Con la subida al Pagasarri ya en el bote, toca ir aumentando desniveles poco a poco. Pero antes hay que ir asimilando bien, así que subimos al Ganeta (689m) que viene a ser lo mismo pero con distinto final y así varíamos un poco. Ya habrá tiempo de ir haciendo añadidos a este recorrido base.

En algo así como una hora estamos arriba. Lo bueno de repetir el trayecto es que se va conociendo la subida y eso permite generar hábitos de conducta en cuanto a dónde, cómo y cuánto se hidrata uno en subida. Si siempre es importante entrenar esto, en montaña lo es más para no ponerse a beber en momentos de sofoco que dilatan en el tiempo las pequeñas fases anaeróbicas que intentamos que nunca se produzcan en salidas de gran fondo.

Llegamos a casa con quince kilómetros recorridos y con un descenso mucho más rápido que en veces anteriores. Todo va perfecto y con ganas de aumentar los recorridos, tanto en distancia como en acumulado como en dificultad del terreno.

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