Después de los kilómetros en seco de esta mañana, nos vamos a Gorliz para batir nuestro récord de distancia en aguas abiertas. Vamos a probar con la distancia de 3.000 metros en la bahía de Plentzia.
Hace una tarde calurosa pero, como todos estos días, se espera que la temperatura vaya bajando. Hemos elegido la tarde porque la pleamar es a las 16:00 horas y se está mucho mejor en el agua con marea alta, más clara y limpia.
La temperatura del agua es, según los socorristas, de 23ºC. Es una buena temperatura como para no necesitar neopreno pero, como estamos de un friolero que lo flipas, decidimos no arriesgar y entrar protegidos ya que la cosa va para largo. No es lo mismo echar unos chapuzones en la orilla con la rompiente de las olas que irse aguas adentro y sentir el agua de las corrientes.
El recorrido es fácil. Necesitamos hacer tres largos de playa con un añadido más a la entrada y a la salida. Tenemos medida la distancia en kayak con el GPS y solo hay que coger referencias con las boyas que delimitan la zona de baño. En dirección a la ría sopla el aire y, además, la corriente es favorable. Ese largo es el más fácil.
En el último medio largo, con corriente y viento adversos, empiezan a entrar las nubes y se pica un poco, haciendo un poco más complicado el tema, pero nada, muy divertido. Nadar en el mar le da mil vueltas a nadar en piscina, y precisamente por lo contrario, porque no se dan mil vueltas.
1 Comentarios
Yo sí que doy vueltas, que hago diariamente entre 50 y 80 largos a la piscina de mi urbanización, cuyo largo es de 14 irrisorios metros, jajaja. Tengo ganas de probar en el mar, pero mi problema es que el mar más cercano está a 320 kms. Puede que algún embalse sea la solución.
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