Ayer fue día de descanso y mañana tengo movida importante. Hoy toca, por tanto, salir a correr por asfalto por hacer algo. Los diez kilómetros de siempre nos esperan.
Pero a las 10:00 abren las tiendas y quiero pasarme por las tres o cuatro en las que puedo encontrar una camiseta interior sin mangas para la bici. Por eso, ya cuando llevamos unos siete kilómetros, dejo a Amaia en la fuente del Guggenheim y me desvío para callejear un poco. Como de costumbre, me resulta muy complicado encontrar ropa que me guste (de calidad) en las pocas tiendas de Bilbao y me voy a casa de vacío. Llevamos un tiempo comprando por Internet y parece que va a ser la tónica general. Empiezo a tener pocas ganas de perder el tiempo pateando para nada.
No sé el total y paso de medirlo en los trackers, pero me he debido pasar un poquito de los diez kilómetros aunque, al haber hecho varias paradas, casi equivale a hacer menos distancia.
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