Un descanso reparador

Tras la paliza de ayer, mucho más dura de lo que parecía en un primer momento por culpa del enorme barrizal que tuvimos que cruzar a partir del km.36, nos planteamos una jornada de descanso activo con un poco de piscina. No vamos a hacer mucho, con mil metros tendremos suficiente.



A Amaia le duele el empeine y yo tengo muchas molestias en los cuádriceps de ambas piernas. Estuve haciendo mucho esfuerzo para mantenerme en pie y no caerme en el humedal de Azúa y creo que me ha pasado factura. Con nadar un poco, vamos que chutamos.

Nos marcamos un dos mil como objetivo pero enseguida vemos que será mejor dejarlo solo en mil metros para no vaciarnos demasiado. Optamos por meternos después en la piscina de agua caliente para relajarnos durante unos minutos y para que el contraste frío-caliente nos suelte un poco la musculatura. La sesión es todo un éxito y logramos salir mucho mejor de lo que hemos entrado.

- 20 x 1 (50 m). crol.
Total: 1.000 metros

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