Hoy es uno de esos días en los que cuesta hasta mover un brazo de la humedad tan alta que tenemos que soportar. Salimos a correr un poco y, enseguida, estamos asfixiados. Correr así cuesta mucho.
Hacemos los diez kilómetros de costumbre y yo no suelo parar a beber en las fuentes, pero hoy tengo que parar, beber y refrescarme. La sensación de agobio es muy alta y, tal vez, no deberíamos hacer deporte en estas condiciones. Pero claro, una vez que se sale, ¡a ver quién te para!
0 Comentarios
PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.