Reserva Nacional de Saja

Duermo en Puentenansa, detrás de un edificio oficial de algo. Hay un amplio aparcamiento y es ideal. El fresco que ha hecho el día de ayer y que hayan anunciado para hoy temperaturas aún más bajas hacen que decida salir más tarde y acortar la etapa que tenía prevista.

XTREM

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Reserva Nacional de Saja

Puentenansa

115 km

2400 m+

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Casi a las diez de la mañana parto rumbo a La Hermida por la ruta de los collados. El primero es el collado de Ozalba. Apenas son seis kilómetros que ya he subido un montón de veces, aunque ésta es la primera que lo hago de salida y eso se nota. Las rampas de partida parecen menos rampas.

El día está muy nublado y no se espera que salga el sol. Con este panorama, no espero que salga una foto decente y no me paso todo el día haciéndolas.

Último kilómetro suave para terminar con esta primera subida del día. Todavía no me he cruzado con nadie.

Estos puertos cortos son una gozada porque no da tiempo a aburrirse en ellos como con otras subidas más largas que llegan a hacerse interminables si el paisaje no cambia.

El descenso también es corto y enseguida estoy subiendo el collado de Hoz. La última vez que pasé por su cima fue en el Desafío Cantabria y era de noche, así que me gustaría volver a ver por dónde bajamos aquel día del collado de Arcedón.

Por lo demás, la subida va bien. Parece que he cogido un puntito más después de la salida de ayer y eso hace que me cueste mucho menos.

Nada, no hay manera. Las nubes lo cubren todo y el día está tan gris que casi me contagia. No acabo de entrar en calor ni en las subidas.

Corono el collado de Hoz y me cruzo con un coche. Antes me había adelantado un camión, así que no puedo quejarme del tráfico de la zona, por el momento.

El descenso hacia La Hermida es espectacular, ofreciendo unas vistas preciosas del portal de Picos de Europa por este lado Este.

Llego al desfiladero y todo cambia. La tranquilidad de la ruta de los collados se torna en una lucha constante entre el numeroso tráfico de turistas. Solo me puedo relajar y sacar alguna foto en contadas ocasiones. Hasta hay momentos en los que adelanto a los coches parados a la entrada de los puentes estrechos. Mala hora esta del mediodía para venir por esta carretera.

Llego a Potes después de dejar atrás el desvío de Piedrasluengas por el que tengo que ir. Ando buscando un bar en el que tengan un pinchito de tortilla y lo encuentro bajo los arcos.

Termino el pincho y un colacao caliente que me ayude a entrar en calor y regreso hasta Ocejo para empezar con la larga subida al puerto de Piedrasluengas.

Estas subidas largas con porcentajes del 3-4% se hacen aburridísimas y más en días tan grises como este.

En Pesaguero comienza la subida a Caloca. La tengo metida en los planes de hoy pero llego al desvío y no me apetece nada. Me siento en una marquesina, doy buena cuenta de algo de lo que llevo de comer y continuo para arriba con Piedrasluengas. Cuanto antes termine mejor porque se está poniendo el día muy feo.

La subida se mantiene en un 4-5% constante y no entraña ninguna dificultad. Hay un par de curvas muy bonitas en la parte central, en la zona más frondosa del valle.

Superada la veintena de kilómetros, se llega a Castilla y León y el piso de la carretera cambia mucho, llegando a tener bastantes parches. Los últimos kilómetros, ya en Palencia, parecen algo más suaves gracias a que ya se divisa la cima y uno se anima un poco.

La niebla está bajando y no se pueden ver las vistas desde el mirador. Hace fresco y me tengo que abrigar bien para el descenso, esta vez por la vertiente de Puentenansa.

La vertiente de Puentenansa tiene el gran atractivo del embalse de La Cohilla, con un tramo espectacular entre las rocas, remontando la altura de la presa en poca distancia.

Llego al coche con la etapa bastante más mermada de lo que me hubiera gustado, pero es que el día es de esos en los que ni siquiera me apetecía coger la bici. Mañana tengo etapa larga. He quedado en Unquera y hasta allí me desplazo para dormir junto a la salida.