A tope de revoluciones

Hoy volvemos a doblar las sesiones. Tras una buena mañana de carrera, pasando por fin de los diez kilómetros, seguimos con esta costumbre ¿sana? de ir al gimnasio poco después de comer. Lo tenemos ahí, tan cerca, que vamos como corderitos al matadero casi sin querer.



Ya voy por media hora de elíptica y cinta, subiendo aún más la caña de manera progresiva. Alcanzo tal nivel de sofoco que hasta me molesta que dejen alguna puerta del gimnasio abierta. Se crea corriente y se enfrían los lumbares mientras corro. Suerte que hay una tele frente a los aparatos y, comentando las noticias y algún que otro programa de viajes, el calentón pasa más rápido. Hoy no se me han salido por la boca solamente los pulmones y el hígado, hay que añadirle el pancreas.

Safe Creative #1007090003507

1 Comentarios

  1. ....da gracias que se han acabado las vacaciones!!!!...que ya irías por record mundial de eliptica!!!!!

    ResponderEliminar

PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.