¡Hay que ver lo que traga la prole! Ayer no pudimos salir a correr porque hubo que rellenar el frigorífico y tuvimos que invertir la mañana por los pasillos del Carrefour de La Marina. Pero hoy sí, hoy ampliamos un poco la distancia de estos días atrás.
Para no chuparnos todo el solazo, intentamos salir antes que los demás días. El camino de ida hacia el Rincón de Loix lo hacemos protegidos por la sombra de la Sierra Helada que cubre la playa de Levante. Pero no hay manera, el sol levanta rápido y ya pega con fuerza para nuestro regreso, haciéndolo muy complicado. ¡Con lo bien que se está en la piscina! Al final, once kilómetros reptando para llegar a la nevera.
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