Nunca había cuidado mi alimentación, es lo que tiene la 'buena genética' pero a, medida que he ido entrando en años y que mis objetivos deportivos han ido creciendo, es un tema que he ido controlando, vigilando un poco lo que como, mi peso, ..., pero hay días como ayer y hoy en los que no hay manera. Profundamente arrepentido, aunque llueve mucho, toca salir a quemar algo.
Salgo solo. Me pongo a correr por donde siempre pero, al llegar al ayuntamiento, decido seguir por el Campo Volantín hasta cruzar la ría por el puente de Euskalduna. Doy media vuelta en el Museo Marítimo y regreso por la otra orilla de la ría.
Cuando llego a San Antón, metiéndome por Bilbao La Vieja, veo que solo llevo nueve kilómetros de los diez que quería hacer, así que sigo hasta La Peña para volver a casa por el paseo de Los Caños, cumpliendo así doce kilómetros y medio a buen ritmo, recorriendo ambas orillas de la ría entre los dos puentes más extremos de Bilbao. Todo ello sin calarme. Ha llovido mucho pero el Goretex es una maravilla.
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