Algo más de lo previsto

Hoy vuelvo a ir a la piscina para hacer dos mil metros. Entre carrera y carrera es lo único que se puede hacer mientras haga tanto frío. Sigo profundizando en las funciones del POLAR V800 y, ahora que ya va bien en piscina, decido programar un entrenamiento para ver cómo me avisa al llegar a la distancia.

Ver +/-

Llegamos y, como alguna que otra vez, han puesto una calle de más. Esto hace que se estrechen mucho las que salen, incluso una es casi ridícula. Pero nadie nada en ella y me meto yo solo. Amaia se mete en la siguiente porque ambos no cabemos en la estrechita, con lo que queda para mí solo. Ahí no creo que entre nadie más y, de hecho, nadie más entra en toda la sesión, permitiendo que nade libre y tranquilo.

Dado el éxito en la medición del otro día, es algo que ya me mantiene tranquilo, así que no paro hasta que el reloj me avise. Esto me permite ir pensando en cualquier cosa y los largos caen uno tras otro sin darte cuenta. Llega un momento en el que Amaia ya ha parado y me pregunta si no me vibra el reloj, señal de que me lo he debido pasar. Continúo otro largo más antes de comprobar la distancia y llevo ya 2.300 metros contabilizados por lo que, una de dos, o no ha vibrado o yo iba tan distraído que no lo he notado. Corriendo ya me pasa, que noto el vibrador kilométrico solo de vez en cuando porque lo normal es ir despistado y que pase desapercibido. Por este motivo, al final, he hecho algo más de lo que pensaba. Y muy contento, desde luego.

- 50 x 1 (50 m). crol.

Total: 2.500 metros