Circular del Aubisque

Llega el último día de este stage de cuatro por Pirineos. Se me han pasado enseguida. Estoy disfrutando como un enano de estas jornadas cortas de puertos de verdad. Lo echaba de menos. Hoy tengo en mente subir al Aubisque pero lo quiero hacer por Ferrières. La carretera del Soulor por esa vertiente ya la conozco en bajada para ir a por Spandelles pero nunca he subido por ahí. Luego, si hay ganas, me gustaría hacer el Lac de Bious-Artigues, que tampoco lo tengo.

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Circular del Aubisque Laruns 125 km 2900 m+ IR

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No salgo ni pronto ni tan tarde como ayer, poco antes de las nueve de la mañana. Los primeros kilómetros son en suave bajada, siguiendo el curso de La Gave d'Ossau.


Apenas hay tráfico en esta carretera y viajo muy cómodo. Ha salido un día menos caluroso que ayer. Es un día perfecto para dar pedales y para subir grandes puertos.


Llego a la rotonda de Louvie-Juzon y sigo las indicaciones de Lourdes. Nada más cruzar el río y pasar por las calles de la localidad, comienza una corta pero intensa subida.


Me cruzo con un pelotón de ciclistas que bajan del alto en plena subida. Se llega a un 10% en la curva de herradura que hace las veces de mirador y, poco después, se enfila la cima de esta corta tachuela.


Sigo la carretera de Asson con la vista puesta en las montañas que quedan a mi derecha. Ya es mi cuarta salida seguida y noto cómo voy ganando la forma. Siempre voy de menos a más en todos estos stages que hago. Debería coger más la bici para no petar siempre el primer día pero entonces no sería yo.


Paso por Bruges muy entretenido. La carretera salva un par de colinas que hacen que este tramo llano no sea demasiado pestoso.


En Asson toca desvío hacia las montañas, siguiendo las indicaciones del Soulor por esta vertiente de Ferrières. Son casi treinta kilómetros de subida aunque, hasta llegar a Ferrières, los porcentajes sean relajados.


No conocía esta parte, la que va de Asson a Ferrières. Voy ganando altitud ligeramente mientras remonto L'Ouzom.


La carretera se estrecha y, al paso por unas aldeas, incluso se bifurca, haciendo independientes ambos carriles. La cosa se está poniendo cada vez más chula.


Paso Arthez d'Asson oliendo a hierba recién cortada. El sonido del arroyo me acompaña y cada vez están más cerca las primeras rampas serias del puerto.


Por fin entro en el departamento de Hautes-Pyrénéesme adelanta un grupo de cuatro vascos, ya que alguno llevaba maillot de Galdakao. No hago el más mínimo esfuerzo por seguir su rueda. A partir del desvío de Spandelles ya conozco el terreno y sé que hay que empezar a subir en serio.


En el cartel de inicio de puerto me los encuentro arrancando. Andan debatiendo sobre los números de la subida sin tenerlos muy claros. Les digo que van a ser 12km al 7% de media y salen disparados.


Voy subiendo y me encuentro con algún que otro ciclista de avanzada edad. En Francia es muy habitual ver a gente subiendo grandes puertos al tran-tran, sin casco y con bicicletas casi de época


El puerto es muy bonito desde el principio pero se va poniendo cada vez más interesante. Los carteles informativos que hay cada kilómetro ayudan a dosificar los esfuerzos.


Me gusta mucho la vertiente del Soulor que pasa por Arrens-Marsous pero esta es más abrupta y mantiene unos números interesantes. Las panorámicas que se van ganando sobre el circo de Litor son majestuosas, con el Aubisque siempre a la vista.


Voy muy entretenido y disfrutando mucho. Vuelvo a adelantar a otro paisano de los que sube a bajas revoluciones. El puerto es constante pero no supera nunca la doble cifra, lo que hace que se suba cómodamente, sin tener que tirar de chepa.


A falta de dos kilómetros para la cima del Soulor, alcanzo a un tipo que sube andando con una mochila enorme sobre sus espaldas. Me da ánimos cuando es él quien tiene mucho más mérito.


El 7% es una pendiente suficiente como para mantener tensa la subida hasta el último metro pero sin llegar a castigar como la vertiente de Arrens, que va siempre a más. Las vistas finales son maravillosas, mezclando la estampa de los picos de los Altos Pirineos con la frondosa vegetación de los Pirineos Atlánticos.


En la cima del Soulor hay un montón de gente. Van llegando ciclistas y moteros a partes iguales. Me estoy un buen rato comiendo un poco y relleno el bidón de agua en los baños de uno de los bares.


Ahora toca enfilar hacia el Aubisque, tras el ligero descenso hacia los túneles pétreos del circo de Litor. Pasan dos o tres autocaravanas y muchos ciclistas.


Este tramo del Aubisque es bastante suave. Hay un kilómetro al 6% en el que me pasa un ciclista que va como una moto.


Al salir de la zona arbolada, empiezan a entrar unas cuantas nubes y se nubla un poco. La temperatura de hoy es mucho más llevadera que la de estos días y hará falta ponerse el cortavientos para la bajada.


En el último kilómetro se levanta un viento fuerte que sopla a favor y que evita que tenga que dar pedales para coronar el Aubisque. Las rachas son tan fuertes que me llevan silbando.


En la cima coincido con un ciclista de Lemoa y cruzamos unas palabras sobre puertos no estando yo muy de acuerdo pero pasando de debatir sobre el tema. Me despido y me dejo caer hacia Laruns.


La temperatura es muy agradable pero es obligado abrocharse el cortavientos. El sol ha desaparecido y la sombra refresca bastante.


Llegando a Eaux-Bonnes vuelve a salir el sol y, a esta profundidad del valle, hace bastante bochorno. Los últimos kilómetros de bajada los hago ya pensando en lo que voy a hacer al llegar al coche.


Me encuentro con ganas y, tras comer algo breve y rellenar bidón en el coche, seguiré la carretera del Portalet para descubrir el Lac de Bious-Artigues. Es una subida larga pero solo los cuatro últimos kilómetros serán nuevos para mi.


Paso Gabas, antes de llegar a la presa del Portalet, y en una curva sale una carretera estrecha hacia la derecha.


Son cuatro kilómetros y medio en los que la pendiente se incrementa, pasando a la doble cifra en muchos tramos. Lo peor es la enorme cantidad de coches que suben y bajan. Arriba hay varios aparcamientos y está demasiado transitada esta carreterita.


Paso a dos ciclistas de alforjas en uno de los tramos más duros. El inicio es muy encajonado pero la parte final se empieza a abrir bastante.


Hasta que se llega a un aparcamiento casi en el tercer kilómetro y la cosa se despeja bastante. El tráfico desaparece casi por completo porque hay una barrera y las vistas se abren un poco.


Queda un kilómetro y medio por encima del 10%, donde me mezclo con muchos paseantes que suben y bajan del lago.


Llego a Lac de Bious-Artigues y me resulta muy decepcionante. Pensaba que era un lago grande y no deja de ser una pequeña presa con una pista de tierra que la bordea y por donde va la gente a decenas. Sigo unos metros por curiosidad pero, cuando veo que el lago se acaba, me doy media vuelta.


Ya está vendido todo el bacalao, se acabó lo que se daba. Desciendo hasta la carretera del Portalet con cuidado de no estamparme con ningún coche de los que suben.


Recojo los bártulos y me vuelvo para casa, no sin antes hacer una parada en el Portalet para disfrutar de la estampa del Pic du Midi d'Ossau desde la cima del puerto.


Han sido cuatro días estupendos que me han servido para quitar el gusanillo que tenía de grandes puertos y, que al mismo tiempo, me dan unas ganas enormes de volver. Esto engancha demasiado. Es una mala droga.


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1 Comentarios

  1. ¿Las ovejas son del Astana?
    Hoy has disfrutado mucho. Me alegro. Me llama la atención lo de ciclista de avanzada edad. ¿Cuántos años le calculas? Ya sabes por donde voy, jejeje.

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