Con las pinzas al agua

Desde hace un par de años, tengo un gran problema cuando voy a la piscina. De hecho, últimamente había dejado de ir por su culpa. Es ir al agua y salgo con una moquera impresionante. Leyendo por ahí, he descubierto que debe ser bastante generalizado y que la gente ha encontrado una solución: nadar con pinzas.



He comprado unas de ARENA que valen cinco euros. Me meto al agua sin saber muy bien cómo se colocan, ya que la foto que he visto de ejemplo muestra una forma con la que no estoy muy cómodo. Nada más meterme al agua y dar las primeras brazadas, toca acostumbrarse a respirar por la boca sin hacerlo por la nariz. Los tres primeros largos no me siento cómodo. Parece como que se muevan, como que se vayan a caer. Por suerte, las pinzas flotan y puedo estar tranquilo porque no se van a perder.

A partir de los tres largos, la cosa mejora. Me la coloco mejor y no tengo problemas para respirar. Es algo mecánico y se suele hacer por la boca. Solo hay que adaptarse a tener algo cerrando la napia. Así llego a los mil metros, una distancia corta porque esta mañana he estado en Gernika y no me apetecía hacer demasiado. Y al salir ... ¡tachán! ... sin rastro de mocos. En estas condiciones, ya puedo volver a nadar más a menudo.

- 20 x 1 (50 m). libres.
Total: 1.000 metros

Safe Creative #1007090003507

0 Comentarios