Dopado hasta las trancas

Llevaba un tiempo muy jodido con el tema del asma, ahogándome cada mañana. Una visita a la doctora sirve para que me eche una buena bronca por haber esperado tanto, advirtiéndome de que vigile bien mis niveles de por vida porque la mayoría de fallecimientos en asmáticos se da en casos leves como el mío, por exceso de confianza. ¿Fallecimientos? Buena forma de ponerme alerta.



Una semana de inhalador con corticoides no han sido suficientes y me receta unas pastillas cañeras que harían estallar cualquier máquina de la AMA. Tras unos días tomándolas, correr nueve kilómetros resulta ser un paseo en donde las pulsaciones las llevo más bajas que nunca, corriendo muy fácil, muy ligero. Según mi doctora, no voy por encima de mis posibilidades sino que así es como debería respirar siempre. ¡Qué diferencia!

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1 Comentarios

  1. Me alegro que encuentres remedios para ir mejor. Ya entiendo tu comentario de tu última entrada en Argalario.

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