Subida a Arrate

El otoño toca a su fin. Como los planes gordos los tenemos para la primavera y el verano, esta estación ha sido la de descanso activo, la de recargar las pilas para coger fuerzas para lo que tenemos en mente. Todavía no queremos meternos en kilometrajes superiores al medio maratón, así que optamos por rutas monopuerto en las que mezclar distancia y desnivel. Con esa idea, nos vamos a Eibar para hacer la subida a Arrate, pero corriendo.

XTREM CAT 1 CAT 2 CAT 3 CAT 4


Subida a Arrate Eibar 14,5 km 560 m+ IR

(Click en el perfil para ampliarlo)


La localidad armera está metida en un agujero y eso hace que, en estas fechas, no le de el sol en muchas horas del día. Llegamos con 4ºC y enfilamos la subida a Arrate por la directa del polígono Matsaria.


El inicio es tremendo, con un frío que nos deja sin habla. Atravesamos las calles y el polígono para adentrarnos en la montaña por una pista asfaltada en la que siempre negociamos rampas de doble cifra.


Llegamos al tercer kilómetro con más de trescientos metros de desnivel superados y es cuando vemos el primer rayo de sol que salva la altura de las montañas. Tocar sol hace que la temperatura cambie notablemente y empezamos a disfrutar de la mañana.


Esta vertiente de subida a Arrate es algo más dura que la de la carretera de Markina y permite evitar el contacto con los coches. A partir de este momento, el collado que corresponde al puerto de Ixua lo tenemos a la vista, bajo la imponente estampa del Urko.


Dos kilómetros en los que siempre nos manejamos en números cercanos al 15% hacen que esta vertiente sea bastante más dura que la tradicional. Al mismo tiempo, resulta mucho más agradable ir por esta pista, con grandes vistas del valle, que por la carretera encerrada en la ladera del Urko.


Hacía tiempo que no nos metíamos con un puerto de estas características y la parte final empieza a pasar factura. Ya vemos el enlace con la carretera y eso nos da un punto extra de moral.


Los últimos metros de la pista son muy abiertos y eso permite que el sol nos pegue de lleno, subiendo tanto la sensación térmica que hasta hay que abrirse los cortavientos. La subida ha sido tan dura que los gemelos ya están a puntito de caramelo.


Llegamos a la carretera de Arrate y optamos por desviarnos hacia el puerto de Ixua para alargar un poco el kilometraje final. Esto supone un ligero descanso, puesto que hay que bajar unos metros hasta el desvío de la carretera de Markina.


Desde este cruce, apenas doscientos metros más hasta el puerto de Ixua, donde nos detenemos un minuto para divisar con calma el valle de Etxebarria


La mañana va templando pero las zonas de sombra siguen siendo congeladores. Dejamos este paso entre el Urko y el Kalamua para llegar al punto más alto de nuestra ruta: la ermita de San Pedro.


En el caserío que hay pegado a la ermita nos salen tres perros, dos de los cuales están sueltos. Amaia libra pero a mí me echa los dientes el más pequeño, al que no le doy una patada en los morros por muy poco. Salimos de ahí sin parar hasta estar a salvo a media rampa, con unas vistas estupendas del Urko y de la montaña vizcaína que se encuentra detrás.


Bajamos hasta la carretera de Arrate, desde donde nos quedan casi tres kilómetros de ligera subida, con un descenso final hasta el santuario.


Este tramo de carretera se hace bastante pesado. Ya hemos superado la mitad del recorrido y los kilómetros duros empiezan a pesar un poco.


Llegamos al santuario y, antes de hacer una parada para comer algo, nos acercamos hasta el mirador del campo de tiro. Hace fresco, con un aire frío que corta la cara.


Para ese avituallamiento, es mejor estar al sol y nos vamos hacia el lado del santuario en el que hay un pequeño frontón. No es que se esté muy bien pero, por lo menos, estamos más protegidos del aire.


Ya solo queda bajar y lo hacemos por una pista que va directa al polígono Azitain. Esta pista es, sin duda, el acceso más directo al santuario y, al estar perfectamente asfaltada, supone un interesante objetivo para la bicicleta de carretera. Puede que diseñe una ruta interesante para dentro de poco por terreno guiputxi.


Nada más adentrarnos en esta pista, al estar encerrada entre árboles, el terreno sombrío hace que la sensación térmica baje mucho. Menos mal que la bajada es intensa y se hace corta.


La ruta toca a su fin por las calles de Eibar. Hemos iniciado en el centro, dejando el coche en el primer sitio libre que hemos encontrado para aparcar. Los dos kilómetros llanos se vuelven a hacer largos.


Algo cansados, damos por concluida la salida. Estas rutas son estupendas. Nos permiten hacer lo que más nos gusta: turismo deportivo.

Safe Creative #1007090003507

1 Comentarios

  1. Preciosa ruta. ¡ Qué duros sois !
    También apetecible para la bici ese terreno.
    Por cierto, qué la habrás dicho al perrito para que te suelte los dientes, jaja.

    ResponderEliminar

PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.