Después de la marcha de ayer en Artziniega, hoy no tengo las piernas nada cargadas pero decidimos salir a soltar un poco por el llano, yendo por el paseo de Uribitarte. La que otrora fuera la ruta habitual ha pasado a ser una mucho más ocasional.
Solo vamos a hacer diez kilómetros, sin ningún desnivel. Hace tiempo que las salidas siempre tienen alguna que otra cuesta pero el paseo del Guggenheim no tiene más rampa que las de los puentes de adorno del museo y del Palacio Euskalduna. Este recorrido es más aburrido pero, cuando la distancia no va a ser mucha, se pasa enseguida. Llegamos a casa justo con los diez aunque a mi se me haya parado el reloj en la espera del semáforo del puente de La Merced.
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