Diez millas de cuestas

Ésta está siendo una buena semana, alternando las sesiones de bicicleta y carrera, un día sí y otro también. Hoy toca darle a las zapatillas y, como casi siempre en los últimos meses, salimos a buscar cuestas.



Empezamos a primera hora y ya hace un calor insoportable. Ha estado lloviendo toda la noche y la humedad es tremenda, haciendo que el tramo del paseo de Los Caños se me haga muy duro, tanto que no puedo seguir a Amaia y voy viendo cómo se aleja. En el parque de Ollargan, la cosa no mejora. Creo que me está pasando factura la etapa de ayer y, además, el brazo me duele muchísimo. Poco a poco voy a más, acabando dignamente hasta superar los dieciséis kilómetros en una mañana para olvidar.

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