Último día de la semana y las previsiones meteorológicas son de esas que dan miedo. Estoy desayunando, todavía de noche, con ganas de que amanezca y comprobar cómo está el cielo. Pues sí, va a llover con ganas. Toca enfundarse el Goretex hasta las orejas y esperar que haya algún rato en el que no caigan chuzos de punta.
XTREM | CAT 1 | CAT 2 | CAT 3 | CAT 4 |
Ruta A - 2 | Plentzia | 52 km | 650 m+ | IR |
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La salida de Plentzia es bastante benévola pero empieza a llover en Urduliz y lo hace en toda la subida a Unbe. Pero nada comparable con lo que me espera en Enekuri, donde la tromba de agua en la bajada a Bilbao es de campeonato. Lo mejor es que, debido a la rotura de la patilla de cambio del otro día, tengo que ir con la btt hasta que reciba la pieza y, como ayer hicimos salida con algo de barro y no la limpié, el chaparrón la deja casi impoluta, como los chorros del oro.
Aún así, la chaparrada de la ida no es nada en comparación con lo que me toca a la vuelta. Corono Enekuri chispeando y, de repente, en plena bajada, veo cómo en la autovía los coches van encendiendo los intermitentes y se van deteniendo a lo lejos por una cortina de agua tremenda que se va acercando. Apenas veo dos coches delante y tengo que cruzar tres carriles para tomar la salida de Asua en el lado izquierdo, lo que hago antes de entrar en la cortina haciendo señales con la mano a un conductor que se coloca detrás y que me sigue muy amablemente durante bastante rato mientras las enormes gotas me taladran la cara. ¡Tremendo chaparrón!
Llego a la rotonda de Asua entre charcos enormes y la cosa parece que se calma bastante, coronando Unbe sin lluvia y divisando claros en el mar. Llego a casa y Amaia me recibe como si nada. En Plentzia no ha debido llover en toda la mañana y ni se puede creer las chupas que me he tragado yo. Aunque no es difícil creerme, solo hay que ver cómo lo estoy dejando todo con el agua que escurre del Goretex.
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