Ruta a clase: A-8

Hoy tengo examen del primer módulo del curso de Guía de bicicleta y hay una predicción meteorológica estupenda, lo que hace que salga de casa con la idea de aprovechar al máximo la jornada intentando terminar la prueba lo antes posible para regresar por Urdaibai, añadiendo un nuevo número a los trayectos de vuelta.

XTREM CAT 1 CAT 2 CAT 3 CAT 4


Ruta A - 8 Plentzia 118 km 1980 m+ IR

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Salgo de Plentzia en otra mañana fresca de narices, con el vapor manando sobre el agua de la ría por la acción del sol en el amanecer. Cada día es más bonito.


Llego a Bilbao y lo primero que hago es preguntarle al profe si se puede uno marchar al acabar el examen. Ante la respuesta afirmativa, no pierdo ni un minuto en contestar las preguntas y en hacer la prueba práctica y, aunque el examen termina a las dos de la tarde, ya lo tengo finiquitado para las 11:30 y salgo pitando.


El plan es llegar a Bermeo y seguir la costa hasta casa. En vez de adentrarme en la N634, decido tirar por Arrigorriaga y subo el alto de Buiagoiti para abandonar Bilbao.


Ya en Arrigorriaga, toca subir a Zaratamo. Hace poco que hice esta ascensión por la vertiente de Galdakao pero por aquí llevaba muchísimo tiempo sin subir.


Apenas se trata de un kilómetro y medio al 8%, lo que hace que enseguida esté disfrutando de las vistas del Gran Bilbao de esta posición.


Ya ha pasado el mediodía y estoy acostumbrado a comer algo a esta hora, así que me detengo en un parquecito de Galdakao para dar buena cuenta de lo que llevo. Poco después, sigo por la N240 hasta Lemoa para llegar a Amorebieta por una carretera que hacía mucho tiempo que no pisaba.


En Amorebieta se inicia la subida a Autzagane, el motivo por el cual he trazado la ruta por aquí. Hace mucho que no paso en bici por este puerto y me apetece ver cómo van las obras del túnel. El caso es que han cambiado el inicio con una señal de prohibición de bicicletas porque te desvían por la vía de servicio que sale por detrás de la gasolinera.


La variante introduce un rampón tremendo porque se baja mucho para subir de golpe hasta la misma altura que lleva la carretera. Lo mejor es que, durante un rato, no convives con el tráfico.


Las obras del túnel continúan y, en la parte final, el puerto sigue siendo como era. Habrá que ver cómo queda finalmente para subir en bici cuando acaben las obras pero parece que va a ser un puerto que no tendrá ningún interés.


Corono Autzagane con bastante calor y me dejo caer hacia Gernika, atravesando la localidad junto a un grupo bastante numeroso de críos que se saltan todos los cedas y a los que me veo en la obligación de llamar la atención. No me hacen ni puñetero caso pero, como no son mis hijos, tendrán que ir al hospital sus padres cuando les pase algo.


La carretera que va de Gernika a Bermeo es una sucesión de toboganes. A partir de Forua se va por bidegorri interurbano segregado, el único tipo de bidegorri que puedo llegar a aceptar porque cumple su función de seguridad sin generar ningún tipo de conflicto.


Llego a Busturia y empiezo a disfrutar con las vistas hacia la ría de Urdaibai. Tanto es así que decido meterme en Mundaka para llegar al puerto.


Todavía me queda algo de avituallamiento y aprovecho que tengo unas vistas de escándalo y que el solete me da de lleno para hacer una pequeña parada.


Llevo un buen rato rodando y llego a Bermeo preparado para hacer la línea costera, plagada de subidas. Pero antes, me detengo para hacer la foto del puerto que siempre hago.


Empiezo a subir San Pelaio con el rampón de doble cifra que hay para salir de Bermeo. Poco después, un poco antes del desvío para el cabo de Matxitxako, me hace parar la Ertzaintza porque están rodando una escena de algo.


Cuatro o cinco coches y yo apenas estamos parados un minuto porque enseguida nos dan paso al recibir la orden por el walkie. La parada me ha roto un poco el ritmo de subida pero enseguida vuelvo a retomar una buena cadencia de pedalada.


Llevaba una subida cómoda pero el último kilómetro me deja bastante clavado con esa pendiente del 10%, lo que aprovecho para parar y asomarme a ver el islote de San Juan de Gaztelugatxe.


Una vez coronado el alto de San Pelaio, me dejo caer hacia Bakio y, aunque el aire es cálido, empiezo a notar bastante fresco en las zonas sombrías.


Salgo de Bakio y las primeras rampas de Jata se me agarran bastante, como si estuviera empezando a notar los kilómetros que llevo. Voy cargado con la mochila de clase, con la ropa con la que me cambio, y empieza a molestarme la cuerda en los hombros.


Corono Jata con sombras por todas partes y eso hace que la bajada sea fría. No ha llovido pero el piso está húmedo y hay muchas piedrillas sueltas que me obligan a bajar con mucho cuidado hasta que, a la altura del desvío del vertedero, adelanto a un camión de obra.


Llego a Armintza bastante destemplado, con ganas de ir terminando y de pegarme una buena ducha caliente. Solamente me queda la subida a Orabille para entrar en Gorliz y dejarme caer hasta la playa.


La llegada a la playa, aunque es en sombra, me recibe con un aire cálido muy agradable que nos va a acompañar en los próximos días. Mañana no tenía previsto hacer algo muy largo pero quién sabe.

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