Ander cimeando de nuevo

El plan era dejar a la famili en el inicio de puerto, subir en el coche a toda pastilla y bajar corriendo a toda ostia para pillarles lo más abajo posible.

Inicio detrás de Manoatierra.

Viendo que en cuanto me vaya para arriba, la derecha puede ser peligrosa si se acerca algún coche por detrás (es vertiente única y no hay tráfico, pero por si acaso), lo mando para la izquierda para que suba como si fuera un peatón...

... pero me doy cuenta de que en curvas de izquierdas un coche que baje se lo puede topar de golpe, así que otra vez a la derecha ...

... con mi mujer haciendo pantalla por detrás de él ...

... mientras salgo disparado para la cima a lo Collin McRae.

El primer kilómetro no es duro, y Manoatierra coge ritmo ...

... tanto, que se escapa ...

... ¡¡¡coño!!! ¡¡¡que se vaaaaa!!!

Una carrera por detrás y una buena rampa por delante reducen un poco las diferencias ...

... aunque Manoatierra se resiste y tira de riñones. El tramo es duro ...

... y una vez sobrepasado mira para detrás ...

... y al ver que está muy lejos se deja llevar un poco más tranquilo ...

... hasta el cruce de Santecilla ...

... donde se confunde y hay que reconducirlo ...

... para la parte que pica más para arriba ...

... donde la hermana le marca un ritmo suave ....

... y él sigue mis consejos de hacer pequeñas eses para guardar energías ...

... y justo aparezco yo, a la carrera cuesta abajo. (las agujetas que tengo son indescriptibles)

Me coloco a su lado en este tramo duro, y como estoy al tanto de si vienen coches, le aconsejo que vaya rebajando la pendiente de lado a lado ....

... mientras el Valle de Karrantza va quedando cada vez más bajo ...

... le aconsejo que se meta en el rellano del baserri para aflojar la pendiente un segundo ...

... y al decirle lo que queda, me pone cara rara, jejeje, ...

... aunque ya estamos llegando a Ranero y se anima de nuevo.

Los que conocéis esta subida sabéis lo dura que es la entrada al pueblo.
Pues bien, cogió carrerilla en el llano y hasta arriba ante la atenta mirada de tres viejos que salían de la iglesia.

Y ya en el llano de la plazoleta, a descansar un rato las piernas para lo más duro, lo que viene ahora, ...

Ve lo que viene y coge carrerilla el muy bruto, jejejeje, ...

.... tanta, que le dura un buen trecho de la rampa siguiente ...

... hasta que la cosa se pone chunga y los descansos que se acercan son la esperanza, retorciéndose mucho ...

... hasta que las rampas son tan duras que ya le superan hasta haciendo super-eses ...

... y tiene que parar para coger aire con una cara de cansancio que da pena verlo.

Concluye ese tramo, el más duro de la subida, a trozos, como buenamente puede.
Un poquito... y descansar. Otro poquito ... y descansar.
Hasta que el siguiente descanso le lleva a la rampa final antes de coronar.

También es muy dura. Le aviso de que es la última y que arriba está el burukartel.
Le doy indicaciones para que no vaya rápido, solo para que mire la curva de llegada.
Y arranca ...
Desde arriba nos sacan la serie entera.

Esta vez no se embala, tira tranquilo. Yo por detrás dándole ánimos y sobre todo indicaciones.
Arriba, os podéis imaginar. ¡¡A grito pelao!!

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