Semana de Pascua (IV)

Jueves 27:

Llevo dos días siguiendo El Tiempo por televisión.
De nuevo evito Orense y León y pretendo hacer los de Zamora.
La familia me da día libre de nuevo ante las malas previsiones de tiempo.

Dejo el coche en El Puente y me dirijo a San Juan de la Cuesta.
Subida muy light hasta los dos últimos kilómetros tras pasar el pueblo.
Una subida a antenas tipo Osma, estrecha, con mucha gravilla, asfalto desconchado.
Las vistas arriba de todo Sanabria, inmejorables.

No hay rastro de nieve y hace bastante calor.
Las previsiones dan cota de nieve 800 a primera hora y que subirá a 2000 al finalizar el día.
Me dirijo, sin coger el coche, a la subida al Peñón.

La altitud de este puerto hace que el estado de la cima sea una incógnita.
La vertiente zamorana se me hace muy dura, en parte porque el aire me entra de cara la mayor parte y con ráfagas muy fuertes.
También ayuda el que apenas tenga curvas, ni descansos.
Arriba, muy poca nieve en la carretera, lo que me da unos ánimos tremendos para los días que me quedan.
Hay niebla bastante cerrada, así que no veo vista ninguna.

Bajada hasta Truchas para comenzar con la otra vertiente.
Tras 4 o 5 kilómetros se despeja y el valle es precioso.
Mucho más bonita la vertiente leonesa que la zamorana.
A pesar del final muy duro, lo llevo mejor, ya que el aire me ayuda bastante.

Vuelvo a coger el coche en El Puente y lo dejo en el inicio de la Laguna de los Peces.
Aparco en el tablero de información y mientras me calzo aparca otro coche.
El conductor me pregunta tres o cuatro cosas, entre ellas cuánto voy a tardar.

Comienzo la subida, y a los 6 o 7 kilómetros de iniciarla no paro de pensar en esa pregunta.
¿A cuento de qué habrá venido?
Me temo que sea un caco y sigo toda la subida con esa idea en la cabeza, ya que he dejado la cartera, el móvil, el mp3, todo en el asiento.
Estoy por volver, pero pienso que si me quería dar el palo ya estará bien lejos y que no tiene ya solución, así que continúo.

Subida preciosa, y tranquila.
Magníficas vistas del Lago de Sanabria y mejores aún el la CIMA de la Laguna, rodeada de un paisaje de alta montaña.
Al subir vuelo empujado por rachas de viento fortísimas de culo, y al bajar me congelo por culpa de ese mismo aire entre la niebla.

Por hoy basta.
Mis temores matinales por el estado de las carreteras por culpa de la nieve no han evitado las ascensiones.
Como aún no son las 3, me queda la tarde para la famili.

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