Distrito del Retiro: 10.000

Con el cambio de hora podemos descansar una hora más y, para las 07:30, nos vamos al Parque del Retiro siguiendo la calle O´Donell desde el hotel, por la M23, tal y como nos aconsejó el recepcionista del hotel.

Aparcamos en la intersección con Alcalá y buscamos un sitio para desayunar, algo que nos cuesta encontrar un buen rato. Seguimos las instrucciones de un barrendero para ir al "Café y Té" que hay por la zona, entre Goya, Velázquez y no sé qué calles más. Allí nos clavan bien por dos cafés y dos bocadillitos de tortilla de patata y nos vamos a recoger los dorsales.

Ver +/-

La organización es muy buena y no tardamos nada, así que decidimos dar un pequeño paseo por el parque. A la vuelta, Amaia reconoce a Vicen en las cercanías de la salida. Luego nos acompañaría en bici la mayoría del trayecto.

Salimos en las posiciones cabeceras sin darnos cuenta porque era cerca de la pancarta de salida donde estuvimos charlando con él, así que el primer kilómetro, además en bajada, lo hacemos a un ritmo más elevado de lo habitual. Seguimos así un par de kilómetros más, hasta que a Amaia le dió una contractura en el recto y tuvimos que aflojar un poco la marcha. No estamos acostumbrados a correr en cuestas, y aquí metían unas cuantas un tanto largas.

Poco a poco se va encontrando algo mejor y ponemos un ritmo constante algo más cómodo. Este tramo, del 4º al 8º kilómetro, callejeando, es un poco más feucho, incluso con algún tramo con vistas a la entrada de la M30. Una cuesta puñetera de acceso al parque y ya está hecho. El último kilómetro es llano y Amaia incluso aprovecha para acelerar su ritmo.

Entramos en meta y ... ¡¡se la ve supercontenta!! ¡¡Ha terminado su primer 10.000!! ¡¡Enhorabuena piltrafilla!! Con un par de huevos, sí señor!!

Recogemos la bolsa de regalos y nos despedimos de Vicen, ya que tenemos que volver rapidito al hotel para pegarnos una ducha. Nos han permitido retrasar un poco la hora de salida.

Tras pagar, nos vamos a Abantos. Allí vamos a comer para echar la tarde. Luego volvemos por la pista que conecta la vertiente abulense con el Alto del León, o Puerto de Guadarrama, asfaltada al inicio y de tierra en la parte final. Ya no pararemos casi hasta Burgos, donde aprovecharemos para disfrutar de una estupenda puesta de sol.