Cuerda Larga invernal. Intento fallido

Hoy tenemos un gran plan: la Cuerda Larga invernal.


Salimos del Puerto de Navacerrada a las 8:30 de la mañana con la intención de recorrer los 18km de esta ruta que transcurre por el cordal de la Sierra de Guadarrama hasta el Puerto de La Morcuera, desde la Bola del Mundo (o Alto de las Guarramillas) hasta La Najarra, siempre por encima de los 2.000 metros y teniendo en Cabeza de Hierro Mayor su punto más elevado con sus 2.383 metros.

La temperatura en el Puerto de Navacerrada es de -5ºC, pero no es eso lo más preocupante, ya que disponemos de buena equipación para estas cosas. El problema radica en la espesa niebla que cubre la montaña que tenemos frente a nosotros. Con la esperanza de que las cumbres estén algo despejadas, iniciamos la ascensión a La Bola del Mundo.

Pero nada, según vamos ascendiendo esos cuatro duros kilómetros, nos vamos dando cuenta de que la empresa será casi imposible: no se ve ni cascorro. El fuerte viento también nos acompaña, a ratos con algo de ventisca, pero los posibles -10ºC  y sensación térmica de -20ºC de la cima siguen sin ser el problema. ¡Nos falta un GPS!

Sin posibilidad de orientación, con el riesgo que ello conlleva, decidimos descender y dejarlo para mejor ocasión. Descendemos junto con otro 'mendizale' que también ha claudicado a la montaña y nos marcamos un plan auxiliar: la senda Schmitz.

Tras la pequeña subida que va camino de las pistas, nos adentramos en el bosque de Valsaín por una senda perfectamente balizada con puntos amarillos en los árboles. El paisaje es fantástico, como de cuento de gnomos.

Decidimos dirigirnos al Collado Ventoso y, más tarde, hacer cima en el primero de los Siete Picos: el Majalasna, aunque algunos nos quedáramos a unos metros de coronar para calentar unas merecidas alubias.

La vuelta por el mismo sitio y haciendo uso de los crampones al cruzar la pista de esquí, que para esas horas ya estaba congelada. Tuvimos que ayudar a unos cuantos senderistas que se habían cortado en el otro lado y que no podían pasar. A uno de ellos, si finalmente no hubiera aceptado nuestra ayuda, bien le habríamos dado un merecido par de ostias.

¡Magnífico día de montaña! Una pena no haber podido cumplir el objetivo inicial pero, cuando no se puede, no se puede. ¡Habrá más ocasiones!

Fotos del día:




















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