Reeducando a las patorras

Hoy he hecho una salida multipuerto. Han sido muchas subidas, la mayoría simples repechos, más o menos largos, y algún que otro puerto. El más importante: Sollube.


He salido a las 9:00 y la primera ha sido el Alto de Enekuri. Mucho tráfico para esas horas.



Le ha seguido Unbe, con mucho frío en la bajada hacia Urduliz. Había escarcha por todas partes y he sido muy prudente, no fuera a encontrarme algo de hielo en la carretera.




En Plentzia me he dado una vueltilla por las orillas de la ría, ya que andamos planeando Amaia y yo una ruta larga de carrera a pie y este era un lugar apetecible. El paseo no sigue más allá del puente, así que tendremos que buscar algún sitio que nos permita más kilometraje sin tener que repetir vueltas. En la playa no había un alma.






En Gorliz he metido rampas por los caminos vecinales antes de dirigirme a Orabile, subida paralela a la de Andrakas y que te perfila mejor para ir a Armintza. Me ha llamado muchísimo la atención el cielo que había, muy cuarteado, y con una franja negruzca cruzando de lado a lado.



En Armintza he parado un ratillo en la playita. Me encanta este sitio.




Tras el breve descanso, inicio la subida a Jata, un puerto que en realidad son unos cuantos altos enlazados en la zona de acantilados. Las vistas en el mirador son excepcionales y me quedo otro ratillo picando un par de croisants que llevaba en el maillot. Antes, el cementerio de la central nuclear de Lemoniz, un engendro de hormigón construído para nada en la costa más bonita que conozco. ¡Para llorar!








Descenso a Bakio y de nuevo foto de playa, sin nadie por ninguna parte.



Continúo por la costa con la subida al Alto de San Pelaio. Una vez arriba, se llanea ligeramente sobre San Juan de Gaztelugatxe. La carretera sigue cortada debido a los desprendimientos que hubo por aquella ciclogénesis explosiva tan famosa. Ya lleva mucho tiempo así. Incluso han puesto un muro de hormigón para que no pasen coches. Yo he podido rodearlo por la cuneta. Las vistas de la costa vasca desde ahí arriba son estupendas.












Ya en Bermeo, inicio la subida más dura de la jornada: el Puerto de Sollube. Aquí empiezo a notar que no estoy nada fino. En el alto, paso de tomar el desvío a las antenas, aunque en ningún momento lo había planeado.





La bajada que me lleva a Mungia encierra más de un repecho. El más prolongado es el Alto de Elordi.



Ya solo me queda el tramo final. La subida a Artebakarra es el penúltimo escollo, aunque no deja de ser un repecho en recta de apenas un kilómetro.



Y para acabar, la subida a Santo Domingo por Derio, que aunque solo son algo más de tres kilómetros, tiene mucho tramo contínuo por encima del 10%.




La bajada me lleva a la Basílica de Begoña, por donde me desvío para bajar a casa.



Solo han sido 100km y poco más de 2.000 metros de desnivel y he terminado pidiendo la hora, como hacía tiempo que no llegaba a casa. Estoy en un estado físico lamentable para la bici. La resistencia aeróbica está al 100%, ya que no he dejado de correr y de hacer montaña, pero las piernas no van nada. Bien es cierto que he estado más de un mes sin hacer bici, pero creo que estoy pagando el sobreentrenamiento del año pasado.

Creo que voy a obligarme a coger la bici con más frecuencia, aunque haga etapas un poco más cortas al principio.

0 Comentarios