A medida que se va acercando el 29 de enero, fecha que me he marcado para hacer un maratón independiente, las salidas con zapas son más continuadas. Hoy toca acompañar a Amaia en su tirada larga de la semana, hoy toca correr 15km.
Salimos de casa casi de noche y hace un frío que pela, así que nos ponemos en marcha a los pocos metros. Siempre empezamos a correr a la altura del puente de La Merced pero, con la rasca que hace, no está la cosa como para llegar hasta allí andando.
La ida hasta el final del muelle Alfonso Churruca la hacemos con el aire de culo así que, poco a poco, empiezan a sobrar los guantes pero, al darnos la vuelta... ¡qué frío!
Tenía en mente llegar a casa y coger la bici para hacer un duatlón pero no me ha apetecido lo más mínimo. Tras completar 15km, el plan de comer una pizza 100% casera recién hecha era mucho más atractivo que cambiarse de ropa y salir de nuevo a la calle.
Una vez hecha la digestión de la pedazo pizza que me he metido, y de una inmejorable sobremesa, entonces sí, me he decidido a completar el duatlón, pero ya de noche porque los días son muy cortos. 35km un sábado noche con la peña de compras navideñas y las calles iluminadas para la ocasión han sido muy entretenidos. De paso, me han servido para soltar las piernas que el frío mañanero se había encargado de agarrotar.
Creo que me voy a diseñar un duatlón independiente con algo de fuste para más adelante.
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