Ayer me rajé. Hay días en los que uno está mejor en el sobre que a remojo, y era uno de esos. Ya lo sé, soy débil, y es fácil que me pueda la comodidad de mi suave lecho.
Pero hoy no. Hoy he sido fuerte y he salido a correr venciendo a doña Pereza en su propio terreno. Un ágil salto de la cama, de esos que solo se dan cuando las sábanas parece que estén bañadas en loctite, ha sido suficiente para hacer frente al pique que me habían tendido. Cuando uno es de Bilbao, del mismo centro, nada de calles que confluyan en él, sino del puto kilómetro cero, ..., no hay excusas que valgan, y si te tienes que afeitar sin espuma ... ¡pues te afeitas, ahí va la hostia!
Y así ha sido. Nueve kilómetros han tenido la culpa. Me ha costado ponerme en marcha, pero tampoco ha sido un día demasiado duro. Y, ya puestos, hasta me he afeitado después. Pero con espuma. De Bilbao sí, pero no tonto.
2 Comentarios
jajajajaja.....ya veo que te has picado ya!!!...no te preocupes que el viernes te pico otra vez y te llevo de paseo jajajaja o bueno siempre hay la opcion de rajarse....la tuya claro......
ResponderEliminar¡vaya! parece que no me he rajado, eh!, jejeje
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