Y ahora... las de Miribilla

Después de la salida en bicicleta de esta mañana, no tenía pensado hacer natación. Pero tengo un trato con Ander y decidimos subir a ver las piscinas de Miribilla. Tengo las piernas como rocas y no creo que haga mucho, solo voy de acompañante.



Él tampoco está muy sobrado que se diga. Hoy ha empezado a entrenar para la carrera familiar de Bilbao  que se celebrará dentro de unas semanas dentro de los actos de la capitalidad europea del deporte y se le ve algo cansado.

La primera impresión de Miribilla no es muy buena. De todos los polideportivos en los que hemos estado, es el que tiene peores vestuarios. Las taquillas son pequeñas y no hay mucho espacio para cambiarse. Pero la piscina está bien, muy parecida a la de Atxuri. Tal vez con una decoración un tanto oscura que, al no ser muy grande el espacio, le da aún menos sensación de amplitud.

Para matar el rato, como no hay nadie y tenemos varias calles solo para nosotros, me pongo a hacer unos largos. Tampoco quiero hacer mucho, así que me conformo con una serie de diez. Además, Ander tampoco va a hacer mucho y no queremos estar mucho tiempo. Con ésta son ya once sesiones seguidas haciendo natación y necesito tomarme un pequeño descanso.

- 1 x 10 (50 m). crol.
Total: 500 metros

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