Con gafas prestadas

Hoy pongo el despertador muy pronto para irme en bicicleta hasta Burgos, pero amanece un día lluvioso y con bastante viento que me hace desistir. Con el trabajo ya hecho, no me apetece sufrir más de la cuenta. Aprovecho que Amaia va a hacer tirada larga de piscina para ir con ella y, por lo menos, salvar la jornada.

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Como no tenía plan de piscina para hoy, en cuanto me estoy cambiando en el vestuario me doy cuenta de que se me han olvidado las gafas en casa. Con este panorama, solo aguanto una serie de ocho largos antes de que me empiecen a picar mucho los ojos. Me detengo y, como Amaia va a hacer dos kilómetros, no sé cómo matar el tiempo.

Me aconseja que le pida una tabla al socorrista y, por lo menos, aprovecho para trabajar la técnica por un rato. Cuando me acerco al socorrista para pedírsela, me da por comentarle mi olvido y me presta unas gafas para poder continuar nadando con normalidad.

Ya que la primera serie ha sido de ocho largos, decido hacer dos más de la misma distancia pero con más intensidad, repitiendo los gestos de patada que tanto me propulsan, aunque con mucho desgaste. Esto lo tengo que seguir trabajando porque me asfixia bastante.

Termino las series de largos antes de que Amaia concluya los suyos. Ella está haciendo muchos más. Para no quedarme frío le doy un poco a unos ejercicios de técnica de crol para mejorar un poco el estilo. El primero, uno que consiste en llevar el brazo adelante con el pulgar rozando el costado y que mejora mucho la alzada de brazada; el segundo, uno de bracear solo con un brazo y que mejora mucho la simetría y la técnica de respiración a ambos lados.

- 8 x 3 (50 m). crol. - 2 x 1 (50m). crol. técnica de los pulgares. - 2 x 1 (50m). crol. técnica de brazo único.

Total: 1.400 metros