Correr a la charleta

Hace ya tiempo que tengo comprobado que no hay nada mejor para soltar las piernas después de unas jornadas de bicicleta que ponerse a correr unos kilómetros a orillas de la ría de Bilbao. No sé si será por correr o por respirar el aire de mi querido botxo, pero siempre me deja como nuevo.



A primera hora de la mañana, como casi siempre, acompañamos al peque hasta el Arriaga y nos ponemos en marcha. Hoy tocan diez kilómetros, lo cual es una distancia suficiente como para ir entretenidos charlando sobre nuestras vivencias del fin de semana.

Y así sucede. Entre parrafada y parrafada, el paseo nos los trituramos sin apenas darnos cuenta. Amaia está en una forma espléndida tras su tirada larga del sábado y yo tengo unas piernas frescas y una maquinaria aclimatada a los dos mil metros que, a nivel del mar, se nota bastante.

Ahora toca cambiar de nuevo el chip y dedicarse más a estos menesteres con vistas a nuestro primer acuatlón. Hay que retomar la natación aunque, con la BIHUBI a la vuelta de la esquina, la bicicleta también merece cierta dedicación. Se me están acumulando las historias.

Safe Creative #1007090003507

0 Comentarios