Nadar con las piernas

Tras la panzada de bicicleta del viernes y el descanso del domingo, hoy toca hacer un poco de natación. Aprovecho que Amaia va a hacer tirada larga para motivarme un poco porque no me apetece demasiado.

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Me pongo a nadar sin saber muy bien qué es lo que voy a hacer, tan solo pasando largos. Los primeros veo que me cuesta mucho hacerlos, como si no le pillara el punto a la respiración. Es como si me encontrara fundido pero, como de costumbre, a medida que hago me voy encontrando mejor y consigo completar una serie de veinte largos sin mayor problema.

Pero no dejo de fijarme en cómo nada Amaia y en que avanza más que yo a pesar de que mi técnica ha mejorado muchísimo, por lo menos, en apariencia. Algo debo andar haciendo mal cuando soy incapaz de seguir su ritmo a pesar de mi buen estado de forma.

La observación me lleva a la deducción de que algo habrá que hacer con el juego de piernas bajo el agua. No es normal que me propulse tan poco con lo currado que tengo el tren inferior y empiezo a moverme de forma diferente bajo el agua. En vez de patear con los pies con cierta velocidad, realizo unos movimientos más lentos pero mucho más potentes que nacen desde la misma cadera, utilizando la pierna completa en la patada.

El resultado es espectacular. En tan solo dos largos le cojo el punto a este movimiento y completo cinco repeticiones de dos largos a una intensidad y velocidad que no había alcanzado nunca. Me exige algo más y tendré que trabajarlo, pero creo que es otro paso más en la evolución de mi técnica de nado.

- 20 x 1 (50 m). crol. - 2 x 5 (50m). crol. empuje de piernas.

Total: 1.500 metros