Hoy volvemos a Getxo con idea de marcarnos un acuatlón con distancias ya considerables. El plan es hacer 6.000 metros de carrera + 1.800 metros de natación + 6.000 metros de carrera.
Y el caso es que en la posta de natación se nos ha ido la mano a los dos y hemos pasado de los 2.000 metros con creces. Nos hemos ido a nadar bastante hacia adentro y, con la distancia objetivo ya cubierta, la vuelta a la orilla nos ha disparado las distancias.
El GPS nos viene de cine para esta actividad y sin él no podríamos controlar los entrenamientos que hacemos. Cada vez me maravilla más el aparato que tengo que, como es sumergible y, de hecho, se vende como GPS náutico, no hay problema en meterlo bajo el agua, algo obligado para poder subirnos al kayak fuera de la rompiente de las olas.
Tras terminar el acuatlón con muy buenas sensaciones los dos, hemos decidido no gastarnos la pasta en ninguno organizado y seguir haciendo independientes. A un mes vista del de Noja, hemos pulverizado las distancias y ya no nos merece la pena la inversión para tan poca cosa cuando a ninguno de los dos nos interesa competir ni registrar tiempos. Si me dicen esto hace un par de meses, ni me lo creo. Las distancias Iron Man las veo cada vez más factibles.
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