A rueda en la piscina

Hoy tenemos jornada de piscina y Amaia, como prefiero que sea en esta disciplina, es la que marca los planes. Como tengo los cuádriceps destrozados de la marcha del domingo, no estoy para hacer tiradas muy largas, así que se le ocurre hacer tres series de diez largos cada una incrementando los ritmos paulatinamente y así, por lo menos, aprovecho la sesión.



Las calles están ocupadas pero, como ella me va a hacer de liebre, nos metemos en la misma aunque vayamos a ir tres personas. El problema es que la chica que está va bastante lenta y tenemos que darle margen en más de un largo para no pasarla por encima.

Amaia empieza y yo voy a su rueda. Se nota la estela como si se tratase de la bicicleta. Si vas bien pegado, su tracción te traga. Había oído que en los triatlones se busca un poco ir detrás de alguien por este efecto y hoy compruebo que es cierto.

En esta primera serie no tengo mayor problema en seguirla, si exceptuamos el primer largo en el que la tengo que pegar un toque porque sale a un ritmo demasiado alto para mí. Incluso la rozo con los dedos en la planta de los pies en más de una ocasión. La historieta esta de hacer persecución está resultando muy entretenida y los largos pasan rápido.

Nos tomamos unos minutos de descanso antes de empezar la segunda serie, algo más rápida. Tampoco tengo mayores problemas en este nuevo ritmo pero ya me tengo que esforzar para seguir a su estela. En algún largo veo cómo se detiene a esperarme un segundo para que no me quede atrás. Pero bien, demasiado bien diría yo.

Nos tomamos un nuevo descanso y viene la tercera, la difícil. Si Amaia se pone a nadar en serio, yo ni la huelo, me da mil vueltas, así que decidimos parcelar esta serie en grupos de tres, tres y cuatro. Ya en la primera llego petado y con la respiración entrecortada dándolo todo para aguantar junto a ella que, hay que joderse, está como si no hubiera hecho los tres largos.

En la segunda de tres, se repite la misma historia pero más acentuada. Casi me muero al llegar al bordillo de la piscina y ella ahí, descojonándose de mí, la muy cabrona, jajaja. Yo estoy tan hecho polvo que renuncio a hacer cuatro seguidos. Me es imposible seguir su ritmo más allá del segundo largo, así que cambiamos los cuatro por dos tandas de dos, mucho más fuertes.

Y claro, a tope no la alcanzo más que en el ancho de la piscina porque, en el primer largo, ya veo como espera un rato a que yo llegue. En la segunda, me rindo antes de llegar y me dejo ir como buenamente puedo.

Estoy destrozado.

- 10 x 3 (50 m). crol.
Total: 1.500 metros

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2 Comentarios

  1. jajajaja venga animo sirenita!!!! que lo estas haciendo de p.m!!!!!....muy buen entreno el de hoy....con esta gran entrenadora llegaras lejos jajajaja......y sin ahogarte!!! ...no te preocupes cuando quieras te preparo otra....

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  2. uy, qué fina, quitando letras, jajaja
    tú pon, que ahogarme no me ahogo, que se hace pie, jajaja

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